Este lunes muchos coreanos siguen presentando sus respetos a las 154 personas que murieron en la mortal estampida del sábado en Seúl. Pero empiezan a surgir preguntas de un público conmocionado y furioso que exige respuestas sobre las circunstancias exactas de la tragedia.

En las estrechas calles del distrito de Itaewon sigue reinando la emoción entre ramos de flores y homenajes a las víctimas. Pero la ira empieza a manifestarse tras la mortal estampida de Seúl, en Corea del Sur.

“Todos los años, sabemos que hay fiestas de Halloween en Itaewon. Es difícil de decir, pero creo que, si el gobierno hubiera estado suficientemente preparado, no habría ocurrido”, dijo una mujer de unos 30 años a RFI.

El tema de la responsabilidad se plantea ahora en las redes sociales, así como en los medios de comunicación locales, donde vuelan las críticas sobre la falta de anticipación de las autoridades.

“Los cuatro factores que explican la trágica oleada de gente de Itaewon son: la ausencia de un organismo organizador, la escasa presencia policial y de control de la multitud, la demanda contenida de salir a la calle y las calles estrechas y empinadas”, afirmaba en su edición del lunes el medio The Korea Herald.

Fatal estampida en Seúl

El jefe de la sección de orden público de la policía nacional admitió este lunes que su departamento no podía predecir la peligrosidad de la situación.

La policía sólo desplegó 137 agentes en Itaewon el sábado por la noche para hacer frente a los más de 100.000 juerguistas, una cifra muy superior a la de las anteriores fiestas de Halloween, dijo el alto funcionario de las fuerzas del orden.

Sin embargo, los medios de comunicación locales señalaron que la mayoría de los agentes estaban allí para prevenir el consumo de drogas, no para canalizar a la multitud.

El perfil de las víctimas, que eran jóvenes y se disfrazaban para celebrar Halloween, una fiesta muy popular en Corea del Sur, también es cuestionable.

Esta edición de 2022 fue el primer evento festivo real en el país desde la relajación de las restricciones relacionadas con la pandemia de coronavirus.

El jefe de las fuerzas del orden del Cuerpo Nacional de Policía reconoció el lunes que su departamento era incapaz de predecir la peligrosidad de la situación, en respuesta a las críticas generalizadas sobre la escasa presencia policial en la noche del desastre.

Determinar la causa exacta de la tragedia

No obstante, la policía surcoreana es experta en el control de multitudes, en un país en el que las numerosas y frecuentes manifestaciones suelen contar con más agentes que participantes.

Cualquier evento que pueda atraer al menos a 1.000 personas debe declararse a las autoridades con al menos 30 días de antelación, para que la policía y los bomberos puedan analizar el proyecto y decidir las medidas de protección necesarias. Este es el caso de las manifestaciones políticas o sindicales, pero no el de estos jóvenes que acudieron espontáneamente a participar en gran número y de forma desordenada en la fiesta de Halloween de Itaewon.

Las fuerzas del orden anunciaron que habían creado un equipo de investigación que estaba revisando las grabaciones de las cámaras de vigilancia de los negocios cercanos y entrevistando a decenas de testigos, en un esfuerzo por determinar la causa exacta de la tragedia. Se creó un grupo de trabajo de 561 miembros, según el Ministerio del Interior.

Al día siguiente de la tragedia, el presidente surcoreano prometió iniciar una investigación “rigurosa” sobre las circunstancias de la estampida.

Cabe mencionar que la catástrofe dejó 154 muertos, entre ellos 26 extranjeros, según el último informe oficial, que podría ser aún mayor, con al menos 33 heridos en estado crítico.