El nuevo Gobierno de Kuwait , el cuarto en menos de dos años, tomó posesión este miércoles, apenas un día después de que el emir, Nauaf al Ahmad al Sabá, aprobara su composición tras la nueva crisis política en el país asiático.
Los integrantes del Ejecutivo han jurado sus cargos ante el príncipe heredero, Mishal al Ahmad al Jaber al Sabá, durante una ceremonia en la capital, Kuwait, según ha recogido la agencia estatal kuwaití de noticias, KUNA.
El nuevo Gobierno cuenta con cambios en las carteras de Defensa e Interior, mientras que Finanzas ha sido puesta en manos de Abduluahab al Rushaid, director de la organización no gubernamental Kuwait Economic Society y crítico con el Ejecutivo que presentó su dimisión en noviembre.
El anuncio del emir sobre la composición del Gobierno puso fin a un estancamiento de un mes desde la dimisión del anterior, en medio de las disputas sobre diversas carteras, especialmente a causa de la crisis económica en la que se encuentra sumido el país.
El anterior Gobierno fue formado en marzo tras la dimisión del primer ministro, el jeque Sabá al Jalid al Sabá, y todo su Ejecutivo en enero, si bien la oposición ha seguido exigiendo su comparecencia para abordar la gestión de la pandemia del coronavirus y diversos casos de corrupción, bloqueando todo trabajo legislativo.
Las legislativas del 5 de diciembre de 2020, que se saldaron con un cambio de más de la mitad de los escaños del Parlamento, supusieron un duro golpe a los candidatos del Gobierno y a las aspirantes femeninas, después de que ninguna de las 28 que se presentaban fueran elegidas y la única diputada actual perdiera su escaño.
Estos comicios fueron los primeros bajo Nauaf al Ahmad Al Sabá, quien asumió el cargo a finales de septiembre de ese año como sucesor de su hermanastro, el emir Sabá al Ahmad al Jaber al Sabá, fallecido a los 91 años en Estados Unidos.
Kuwait fue el primer país de la región del Golfo en establecer un Parlamento electo en 1963, y si bien celebra elecciones parlamentarias con cierto grado de libertad, el poder sigue estando en manos de la familia gobernante Al Sabá y del emir que nombra al Gobierno.