Nos encontramos con Cristián "Chico" Pérez en medio de una noche donde será el responsable de hacer bailar a la gente al son de la música de los 80s y 90s. De la farándula en el Chile actual, de ser provinciano y de los gustos que se dan los "nuevos" adultos de hoy, conversó con BioBioChile.

-“En una hora más ¿puede ser?”.

Cristian “Chico” Pérez, de trato amable, no le hace tanto juicio a su apodo: más bien tiene la estatura de un chileno común.

Quizás fue el más bajo en su colegio en Valdivia, ciudad de la que emigró para asentarse en Santiago hace ya más de 20 años.

Está en medio de una cena en el colorido local en el cual se presentará en Concepción para mostrar su faceta más antigua (la DJ, con sus clásicas fiestas de los 80s-90s); y calcula el tiempo en que estará disponible para la entrevista.

El lugar se llama Club Capital y tiene varios ambientes. Circulan mayormente -a simple vista- mayores de 30 años, un fotógrafo, cócteles clásicos y varios spritz.

Está lleno total.

Una hora después, un Whatsapp: es el relacionador público del club avisando que “Chico” Pérez está listo para comenzar la entrevista en el backstage.

La noche está fría en la capital penquista, pero parece poco para un sureño todavía más sureño: anda con polera y una camisa delgada, abierta.

Vamos a hablar de su faceta de DJ retro, coleccionista empedernido de vinilos, conductor de TV (hoy está en REC TV) y también de un placer culpable del que muchos reniegan: la farándula.

“Nunca se fue”

Desde cuando transitaba por las orillas del Calle Calle que Cristian tuvo cierta connotación pública (guardando las proporciones a Valdivia) por sus labores radiales, las que luego continuó en la región Metropolitana.

Sin embargo, su rostro y nombre perdieron por completo lo que quedaba de anonimato cuando pasó a formar parte del panel de esa “bomba” que se llamó SQP.

-Han pasado hartas cosas: estallido social, pandemia, un largo capítulo Constituyente ¿En el Chile de hoy se hace necesaria la farándula?

“Yo creo que la farándula nunca se fue; y hoy día la gente parece que tiene menos problemas en asumir que la consume. Creo que siempre la farándula ha tenido un espacio y a mí no me molesta que exista, lo que pasa es que tiene que autorregularse también, hacerse bien, con respeto, cuidar ciertos límites”.

-Aparecieron además las redes sociales. Son más personajes los que tienen vitrina…

“Hoy es muy difícil eso porque las redes sociales permiten cualquier cosa, entonces cualquier cabro en su casa con un Instagram puede crear un ‘medio’ de farándula y tirar cualquier cosa y eso es muy difícil regular. Pero pensando en los medios establecidos, creo que ha existido siempre”.

“O sea, ahora los programas de farándula como los de antes no existen, pero los noticieros decían ‘Shakira se separó de Piqué’ y mostraban una nota. Eso también es farándula. Programas como PH, Divina Comida: son farándula. Con otro nombre, con otra excusa, pero farándula al final”.

Una vida en modo retro

Siempre en paralelo a su trabajo en televisión, Cristian ofició de DJ. Hasta el día de hoy recorre Chile “pinchando discos”.

Su público objetivo son los mayores de 30-40 años: sus eventos musicales se centran en la música de los 80s y 90s; es fundador de “La Retro Radio” y del canal “MaxiVinil” en Youtube; y ahora último fue fichado por REC TV como conductor de “El cuarto de música”, que se graba desde un espacio privilegiado que tiene en su hogar, donde almacena más de seis mil discos en formato físico, más otros objetos vintage.

“Uno finalmente va buscando y va coleccionando eso que te lleva a algún momento de tu vida”, dice al respecto.

-Los vinilos revivieron en un público bien de nicho y se han masificado; y están cada día más caros ¿Por qué crees que este formato revivió y ahora se niega a morir?

“El público que creció con el vinilo hoy día tiene sobre 40 años, por ende, tiene poder adquisitivo. Entonces uno siempre va a querer buscar y juntar todas esas cosas que te dieron felicidad cuando eras chico y que hoy día te las puedes comprar. Vas y lo buscas”.

“Creo que tiene que ver con eso y bueno, también con la nostalgia, el buen sonido. Se mezclan varias cosas”.

-Las consolas de videojuegos, las figuras coleccionables, los juguetes antiguos. Se ven cada vez más adultos buscando eso, no así los niños que prefieren la tecnología…

“Sí. Cuántos coleccionistas no hay de Star Wars o de Marvel, gente adulta que también se está comprando Nintendos”.

“O sea, yo mismo no solamente colecciono vinilos: hace poco fui a buscar alguna radio o cassette que yo tuve en mi casa. La busqué y la busqué. El público grande es finalmente el que está coleccionando y comprando ese tipo de cosas”.

-La forma de entretenerse también cambió, ya no se depende solamente de la TV o los estrenos en el cine ¿qué apreciación tienes de eso?

“¿Sabes lo que pasa? Que hoy día la entretención igual está más accesible siento yo. Antes era más complejo. Hoy tienes mucha entretención en la palma de la mano, en tu teléfono, en Spotify, en Netflix, en cadenas de cine”.

“Antes, cuando uno era niño, había un cine por ciudad. Entonces siento que la oferta también ha democratizado la entretención. Mientras más ofertas más fácil acceder a ellas. Y lo que te decía antes: el público más grande también se da el gusto de poder gastar parte de su plata en una entretención. En darse gusto, finalmente. Invertir en lo que te entretiene es darse felicidad”.

Por sus reseñas musicales y de discografías en “Maxivinil”, Pérez es conocido en el extranjero como “el chileno de los vinilos”.

Relata -por ejemplo- que estuvo en México y allá lo contactaron varios seguidores de su canal, con los cuales tuvo una junta.

-¿Qué queda del adolescente que partió poniendo música con cassettes en Valdivia?

(Avisan que llegó la hora y el DJ “Chico” Pérez debe salir a escena, pero responde rápidamente).

“Tengo los mismos amigos de siempre. Sigo teniendo contacto con ellos. Mi familia vive allá. O sea, yo me fui el año 97, pero me fui yo. En Valdivia quedó toda mi vida afectiva, así que es imposible despegarse. Además que siempre hay alguien recordándote que eres del sur. Y yo mismo siempre me lo recuerdo. Siempre…”.