La bailarina indicó que uno de los motivos para dejar Chile con su esposo fue el tema de la seguridad. "Mucha gente se está yendo de Chile porque no hay seguridad y sí mucha delincuencia", explicó.

El pasado fin de semana Maura Rivera y Mark González anunciaron a través de redes sociales que dejaban el país para radicarse en Miami. La bailarina explicó sus motivos e indicó que, entre otras cosas, la falta de seguridad influyó.

En este sentido, Maura explicó en entrevista con LUN que no fue una definición fácil para la familia, aunque su esposo tenía la intención de llevarlo a cabo hace un tiempo.

“Mark tenía ganas de emigrar hace tiempo, pero yo no estaba segura porque ya teníamos nuestra vida armada en Chile. No fue fácil, pero nos gusta Miami, las cosas funcionan bien, estás protegido y tranquilo”, indicó.

Asimismo, la exintegrante de Rojo sostuvo que la delicada situación de seguridad que enfrenta el país influyó en la determinación de ambos.

“Mucha gente se está yendo de Chile porque no hay seguridad y sí mucha delincuencia. Donde vivíamos (Lo Barnechea) estaban pasando muchas situaciones de asaltos y robos”, aseguró.

“Yo ya no soy sola, tengo dos niños y vivir con miedo, no poder salir tranquila, igual es tema. Acá las casas no tienen rejas, si se te
queda algo sabes que no te vana robar. Estar tranquilo entrega mucha paz mental. Nunca vivimos un portonazo, encerrona o asalto, pero siempre estaba con el miedo, no lo puedo negar”, agregó.

“Cuando salía con mis amigas ya no iba sola; Mark me iba a dejar y a buscar. Uno está esperando que no te pase algo porque alguien del entorno sí le ha pasado algo, eso tampoco es sano. Sí tuvimos una situación difícil en el cerro Loma Larga (el exfutbolista recibió golpes al intentar acceder a un cerro), eso todavía está en juicio”, comentó.

Por último, Maura Rivera se refirió a cómo tomaron sus hijos esta decisión, asegurando que al mayor le costó un poco más.

“Decirle a mi hija de 8 años fue fácil porque es más chica, pero a mi hijo de 11 le costó más por el tema del colegio y amigos. Él es súper apegado emocionalmente, pero duró un rato no más”, concluyó.