Sin playas, sin altoparlantes vibrando en el quinto sector de Reñaca, lejos de cualquier horda de turistas y curiosos vociferando, se realizó en el Hotel del Valle la duodécima elección en Chile de Miss Reef, el concurso de belleza que premia a la modelo con mejor cola, pompas o espalda del país.
En un principio sería en febrero, pero los incendios forestales motivaron a la organización a escoger otra fecha. Y se eligió la tarde del 5 de abril para nombrar a la nueva soberana.
Hasta el límite de la comuna de Rinconada de Los Andes llegaron las 10 candidatas: seis chilenas, tres argentinas y una venezolana, aspirantes de entre 19 y 34 años que frente a un distendido jurado debieron explicar la razón de su candidatura, y aún más difícil, el por qué de su merecimiento.
Catalina Pulido, Alejandra Valle, Roberto Van Cauwelaert (los tres panelistas de “Intrusos”), Eugenia Lemos y un representante del público fueron los encargados de elegir a la ganadora.
Al frente, como espectadores, un público de no más de 70 personas al borde de la piscina, y uno que otro curioso desde las ventanas del hotel.
¿El método? Como en las películas: el jurado levantaba las pancartas con el puntaje de 1 a 10. Seis féminas llegaron a la segunda fase, y tres a la recta final: Victoria García (24, argentina), Javiera Salazar (21, chilena) y Belén Cabezas (20, chilena).
La última, en la preselección, logró lo que ninguna pudo: puntaje perfecto (50 puntos), y finalmente, tras un rápido veredicto del jurado, alzarse como la ganadora del certamen.
Mario Velasco y Lucila Vit, los animadores de la jornada, entregaron el premio a Belén Cabezas, que en la alegría se dio tiempo para hablar con BioBioChile.
“Nunca pensé que iba a ganar, soy una persona súper humilde, nunca se me han ido los humitos a la cabeza”, comentó.
Belén estudia Enfermería, cursa primer año, pero en su universidad no saben (hasta ahora) de esta doble militancia. Se enteran también que con el primer lugar ganó un millón de pesos, 500 mil en productos Reef y un contrato para representar a la marca hasta el 2018.
A pesar que esta es su primera experiencia como modelo, no esquiva la posibilidad de un futuro televisivo.
“Me gustaría estar en un matinal, me gusta Mucho Gusto. No me niego a algún día estar en TV, pero me acomodan estos dos caminos”, indicó.
Sobre las críticas feministas al concurso, la cosificación de la mujer y el rol de estas en la competencia, Belén es enfática: “No voy a hablar de eso. Sé que hay gente que lo dice, pero no me interesa lo que digan”.
