La esposa del nuevo Rey del Reino Unido tomará su lugar como Reina Consorte luego de casi dos décadas casados. No obstante, el camino de la mujer para hacerse con el trono no estuvo libre de baches.

En 1981, Diana de Gales y él -en ese entonces- Príncipe Carlos daban el sí en la Catedral de San Pablo, en Londres, Reino Unido, en esa instancia vestida blanco y a solo unos metros de distancia de la pareja se encontraba sentada Camilla Parker Bowles.

La mujer llevaba en ese entonces 8 años de matrimonio con Andrew Henry Parker Bowles, un Mayor de la milicia británica, según consignó Vogue. Con él tuvo dos hijos, Thomas Henry Chales Parker Bowles, que además era ahijado del Rey, y Laura Rose Lopes-Parker Bowles.

Tras esto, Camilla se habría unido más a la familia real británica, donde en ocasiones cumplió el rol de consejera de la propia princesa Diana. Sin embargo, la relación, que ya era complicada, según reportaba la prensa de ese entonces, se disolvió casi por completo con el compromiso entre Carlos y la Princesa de Gales.

Esto, pues varios trascendidos afirmaban que los regalos de Carlos a Camilla no cesaban. Entre ellos, una pulsera con su apodo de pareja: Gloria y Fred.

La relación de Camilla Parker y el Rey Carlos

Desde entonces, comenzaban a emerger los primeros rumores de romance entre la decoradora de interiores y el hijo de la Reina Isabel II. El hecho de que firmaran sus divorcios con solo un año de diferencia (1995 y 1996 respectivamente), solo hizo que estos se hicieran más fuertes.

Ocho años más tarde, Camilla Parker y el Rey Carlos confirmaban oficialmente su relación al comprometerse en matrimonio, luego de realizar varias apariciones públicas como pareja desde la firma de sus divorcios.

Desde ese mismo momento comenzó la labor de limpieza de imagen de la “la mujer más odiada de Gran Bretaña”, la cual fue gatillada por la suplica de los hijos del príncipe de no contraer matrimonio con Camilla Parker más tarde.

Solo tres años más tarde, la bullada pareja se casaba en una íntima y privada ceremonia en Windsor Guildhall y en una ceremonia religiosa en Capilla de San Jorge. Sin embargo, esta unión en estuvo marcada por varios contratiempos.

La suplica de William y Harry: “No necesitas contraer segundas nupcias”

El primero quedó de manifiesto en la autobiografía de Harry, Spare, donde admitió que tanto él como su hermano le rogaron a su padre no casarse con Camilla Parker: “No necesitas contraer segundas nupcias’, le rogamos. Una boda crearía polémica, incitaría a la prensa, haría que el país entero, el mundo entero, comparara a nuestra madre con Camilla. Cosa que no quería nadie, y menos Camilla”.

“‘Por favor no te cases con ella. Estén juntos y punto, papá”, le habría escrito. Tras esto, Camilla no hizo oídos sordos y no tardó en contratar a Joy Camm, Amanda McManus y Sophie Densham, las tres mujeres que pavimentaron su camino hasta la monarquía.

Estas tres secuases eran las encargadas de prepararla para su labores y mejorar su imagen.

“Durante los años que Camilla ha ejercido de duquesa, ha sonreído, acompañado al príncipe y escrito miles de cartas con la ayuda de tres mujeres que la ayudan a contestar a las más de 24.000 misivas que recibían anualmente, atender a los más de 9.000 invitados que desfilaban cada año por la residencia de Camilla y Charles, y gestionar la agenda de la futura reina””, consignó BioBioChile.

Sin escuchar las suplicas de William y Harry, los contratiempos siguieron. Lo siguiente fue el secretismo con el que se llevó a cabo la boda. De acuerdo a Vogue, fueron solo 30 los invitados, mientras los grandes ausentes fueron los padres del novio. No obstante, la Reina Isabel II se unió para la bendición religiosa.

Camilla y la Reina Isabel II

La relación de Parker con la monarca británica comenzó de manera áspera, esto, pues la Reina no podía concebir el romance de su hijo con una mujer anteriormente casada. Por esta misma razón, de acuerdo a Caras, la fallecida Isabel se habría opuesto al matrimonio entre ambos, por lo que decidió no asistir al magno evento civil.

Por si fuera poco, cuando ambos finalmente contrajeron nupcias, la Reina se opuso a que Camilla tomara el título de Princesa de Gales, no por el favoritismo con Diana, sino que para no enojar más a los británicos y no alimentar a la prensa.

En consecuencia, Camilla se convirtió en la duquesa de Cornualles. Desde ahí la unión con la Reina comenzó a afianzarse, de manera muy lenta y bajo un solo objetivo, allanar el camino para que Carlos tome el trono.

Al parecer, el fin se logró, esto, pues este sábado Carlos se convertirá en el Rey del Reino Unido, el tercero bajo el nombre y lo hará junto a su Reina Consorte, Camila Parker.