La Casa Real de Inglaterra informó la mañana de este viernes el fallecimiento del príncipe consorte Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, a los 99 años.

La información fue dada a conocer por la cuenta de Twitter de la Familia Real, donde se detalló que Felipe, aquejado de problemas de salud desde hace varios años, murió en el Castillo de Windsor.

“Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Alteza Real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor”, publicaron.

A pesar del impacto de la noticia, las autoridades de Inglaterra tenían un plan preparado para actuar en caso que la ocurriera una situación.

Desde hace años el palacio tenía preparado un meticuloso plan conocido como ” Forth Bridge”, donde se detalla paso a paso el protocolo que deberán seguir desde los miembros de la Familia Real hasta la televisión.

Al no tener el mismo peso que la Reina, sus servicios fúnebres no serán iguales, pero la norma dicta que sí podría tener un funeral de Estado… algo que Felipe ya habría rechazado.

Y es que recordemos que el título del orgulloso príncipe, le fue otorgado por Isabel varios años después de su boda y como una mera cortesía, ya que no podía ser coronado Rey consorte como sí ocurre con las mujeres que se casan con un monarca (algo que podría vivir Kate Middleton).

A pesar de las diferencias de rango, sí existe un plan preparado para enfrentar la eventual muerte del duque de Edimburgo, el cual se conoce como Operación Forth Bridge, nombre elegido en honor a un puente colgante que une Edimburgo y Perth.

Tal como ocurrió, la noticia tendría que ser revelada al mundo en un comunicado oficial enviado por el Palacio Buckingham.

Luego de eso comenzarán los preparativos para el funeral, que serán muy parecidos a los de la princesa Diana y Reina Madre. Como explicamos, el mismo príncipe pidió hace años que la gente no haga un “escándalo” por su muerte y de hecho solicitó que no fuese llevado a Westminster Hall, donde usualmente se hacen los velorios de los monarcas y sus cónyuges.

Se cree que entonces el cuerpo del príncipe Felipe será trasladado al palacio de St. James, el mismo lugar donde se realizó el velorio de Diana en 1997, aunque el público no podrá ver su ataúd ni presentar sus respetos, según el diario Daily Beast.

Durante todo el proceso los canales de televisión y los medios de comunicación realizarán una cobertura especial con material que ya tienen preparado.

De acuerdo a la revista The Week, el diario The Times tiene 11 días de cobertura preparada, mientras que Sky News e ITN llevan años practicando reemplazando su nombre por el de Sr. Robinson, además de tener contratos firmados con expertos en realeza que analizarán el legado de Felipe.

El duelo

Tras la muerte del duque de Edimburgo, Reino Unido (que incluye Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) entrará en un período nacional de duelo que durará hasta el funeral.

En dicho momento las banderas estarán a media asta, excepto el Royal Standard, en el Palacio de Buckingham, que representa la continuación de la monarquía.

Por su parte, los miembros del Parlamento llevarán brazaletes negros en el brazo izquierdo y, en el caso de los hombres, también corbatas del mismo tono.

La Familia Real cancelará todos sus actos públicos y deberán vestir de negro. Además si están fuera del país tendrán que volver de inmediato.

Esta es una de las razones por las cuales se les obliga a que siempre deben viajar con un traje de luto en sus maletas. Ya que cuando murió el rey Jorge VI, la Reina tuvo que esperar cerca de una hora en el avión hasta que alguien le pudiese llevar un vestido negro adecuado para ser vista por el público.

El funeral

Al rechazar el funeral de Estado, Felipe no será enterrado en la capilla de St. George en el Castillo Windsor, por lo que se espera que sus restos descansen en los jardines de Frogmore Gardens, donde la reina Victoria y el príncipe Albert fueron sepultados.

La ceremonia fúnebre, además, será privada y sólo podrán asistir la familia, amigos y algunos jefes de estado de los países que conforman el Commonwealth.

Tras el funeral, la Reina entrará en un período oficial de luto, que se cree que será de ocho días. En ese tiempo no trabajará ni tendrá actividades públicas, por lo que las leyes no recibirán el consentimiento real, y los asuntos de estado se detendrán por respeto.

A más tardar 30 días después de eso, se cree que Isabel II volverá a asumir sus funciones, a diferencia de lo ocurrido con la Reina Victoria, quien se encerró en su castillo en Balmoral tras la muerte de su esposo, Albert, y sólo era vista en contadas ocasiones especiales.

El plan para la muerte de Felipe comenzó a prepararse en 2012, luego que el príncipe fuera hospitalizado con una grave infección a la vejiga.