Durante los últimos días quedó en evidencia que la crisis sanitaria golpeó fuertemente a los casinos de juegos, lugares que resultan muy atractivos por su anfitriones en común: el azar, la suerte y la adrenalina ante la posibilidad de ganar dinero.

Desde que se propagó el coronavirus en Chile la autoridad sanitaria decretó el cierre de este tipo de locales, que previamente ya habían operado a medias a causa del estallido social.

Ambos factores influyeron en su liquidez. Enjoy, por ejemplo, admitió estar a un paso de la quiebra; y Dreams y Marina del Sol se acogieron a la Ley de Protección del Empleo, de modo que suspendieron la relación laboral con sus trabajadores hasta que la situación se revierta.

Nicolás Imschenetzky, presidente de Marina del Sol, profundizó con Pulso sobre las medidas que han debido tomar ante la nula generación de caja, lo cual les ha impedido cumplir con los altos compromisos tributarios que mes a mes tiene la industria.

“Tenemos todo cerrado y con cero ingresos, solo costos. Y hay mucha gente que no podemos suspender laboralmente, porque la misma ley nos obliga a tener ciertas funciones básicas activas (…)”, comentó Imschenetzky.

El ejecutivo explicó que a muchos les cuesta entender que un casino de juegos deba acogerse a la Ley de Protección del Empleo, pues suponen una espalda financiera robusta. No obstante, fue enfático en detallar que generan más impuestos que dinero, lo cual exige liquidez.

“(…) Todo el mundo ve que los casinos son una máquina de fabricar dinero y lo que fabricamos son más impuestos que dinero para los accionistas y propietarios, y como es una empresa que genera tanto impuesto, es una empresa que requiere liquidez”, indicó.

Conforme a lo señalado por Pulso, para Marina del Sol la crisis social y la sanitaria no tienen punto de comparación, ya que durante la primera “se pueden generar más o menos ingresos”, lo que conlleva a una adaptación de acuerdo a cómo se desarrollen los días.

“(…) Pero cuando tienes un cierre de un día a otro, que es justificado (…) te bajan los ingresos radicalmente, a cero, pero gran parte de los costos fijos se mantienen”, explicó.

Por todo lo anterior, Imschenetzky informó que solicitaron al Ministerio de Hacienda que flexibilice algunos pagos ligados a los impuestos.

“(…) La generación de impuestos de esta industria es altísima y (se paga) vía flujos”, añadió, subrayando que para ello -en estos momentos- no cuentan con la liquidez.

En detalle, según Pulso, la industria pidió la suspensión al impuesto al juego por 12 meses; o bien una reducción a la mitad, más prórrogas de determinadas licencias.

Por último, dicho medio consultó a Imschenetzky si Marina del Sol prevé una reorganización judicial similar a la que está atravesando Enjoy.

“Es una pregunta muy compleja en este minuto (…). Hemos hablado con la mayoría de nuestros proveedores para pedirles que no nos cobren, nosotros hoy no estamos en condiciones de pagar toda la cartera de facturas. (…) No es un tema de querer o no querer, es un tema de poder”, puntualizó.