Este martes fue formalizado el excarabinero, Rubén Zito Aros Oñate, a quien se le imputa el delito de estafa frustrada en contra de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y la firma Carozzi. Él habría sido quien en 2017 puso micrófonos en oficinas de esas entidades para fingir un caso de espionaje.

En la audiencia que se concretó en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago y duró alrededor de 20 minutos, el Ministerio Público formalizó la indagatoria en contra del exuniformado, fijando una nueva audiencia para el 6 de agosto en la que se podría acordar una salida alternativa, detalla Diario Financiero.

De acuerdo a los antecedentes de la investigación, Aros -dueño de la empresa Profacis- fue contactado por Anfión Varela, jefe de seguridad de Carozzi, para detectar supuestos micrófonos. Sin embargo, tras no encontrar nada, habría decidido instalar dispositivos para luego cobrar por una investigación.

Luego de la audiencia de este martes, el imputado indicó al citado medio que él no fue quien puso los micrófonos, insistiendo en su inocencia.

“Yo no puse los micrófonos, a mi me buscaron para buscar micrófonos. Yo no los puse, una vez que los micrófonos fueron encontrados yo les dije a las personas los que correspondía, y que el protocolo sería poner cámaras con la finalidad de que en un par de días poder detectar quién puso esos micrófonos. No lo quisieron aceptar, no les interesa a saber eso”, afirmó.

Asimismo, criticó el desarrollo de la investigación, añadiendo que no ha podido tener acceso a la carpeta.

Sobre la eventual salida alternativa, agrega el mismo medio, se propuso que Aros fije domicilio y quede con firma cuatrimestral en una comisaría cercana para optar a esa opción.