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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Arrancó el debate del Presupuesto 2026, que trae con un aumento del 1,7% en el gasto, incluyendo la redistribución de US$2.800 millones y el cierre de programas mal evaluados. La controversia que marca el inicio de la discusión surge por el incumplimiento de metas fiscales, la eliminación de la "glosa republicana" y su reemplazo por la facultad de reasignar un 1% del gasto, en lugar de dejar un monto libre para la futura administración. La oposición critica este cambio acusando un atentado a la democracia, mientras que se plantea la preocupación sobre posibles irregularidades en partidas de Vivienda y Salud.

El debate del Presupuesto 2026 arranca este jueves, marcado por el incumplimiento de las metas fiscales para este año que anunció ayer el Ejecutivo, y la molestia por la eliminación de la “glosa republicana”.

La propuesta de ley supone un aumento de 1,7% en el gasto (comparado con la Ley de Presupuestos 2025), que según el Gobierno es compatible con una meta de déficit estructural de -1,1%.

Esto se lograría con medidas como la redistribución de US$2.800 millones y el cierre de una veintena de programas mal evaluados.

Inicia la discusión del Presupuesto 2026

Sin embargo, a esto se suma la desconfianza que envolverá el debate por el incumplimiento de las metas fiscales este año, una deuda que no se habría transparentado y la polémica que algunos aseguran marcará esta primera jornada: la eliminación de la “glosa republicana”, ese monto destinado al libre uso de una nueva administración.

Esta glosa se reemplazará por la facultad de reasignar un 1% del gasto.

La oposición acusando “atentado a la democracia” y la propia candidata del oficialismo pidiendo a este, su gobierno rectificar el cambio.

En este contexto, el senador de Renovación Nacional (RN), Rafael Prohens, acusó a la administración de Gabriel Boric de gobernar “engañando”.

La glosa habría dejado una reserva de US$700 millones, considerando lo que dejó el expresidente Sebastián Piñera en su último gobierno. Ahora, con el nuevo mecanismo, el monto sería del orden de US$900 millones, si bien la cifra es mayor, lo que preocupa es la reasignación.

¿Recursos de libre disposición o reasignación del gasto?

Considerando que se han denunciado irregularidades en las partidas de Vivienda y Salud,surge el temor de que esos ingresos se usen en pagar la deuda en dichos Ministerios y no en inyectar más recursos para financiar nuevos proyectos o compromisos sociales.

Esteban Viani, académico y economista de la Universidad Autónoma, afirmó que, según su punto de vista, con esto el Gobierno busca ahorrarse el dinero de la glosa y que el cambio complicará a quien suceda al presidente Gabriel Boric.

Por su parte, el diputado de la UDI, Guillermo Ramírez, cuestionó que aun cuando el Ejecutivo dijo acogerse a la recomendación de la Comisión del gasto público, esta planteaba un tope de hasta un 10% y finalmente la cifra fue mínima.

Ahora, el debate presupuestario entra en su recta de discusión a nivel de subcomisiones mixtas.