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El sindicato alemán IG Metall solicitó una subida salarial del 7% para los 3,9 millones de empleados de la industria eléctrica y metalúrgica en los próximos 12 meses debido a los elevados precios. Además, pidieron un aumento de 170 euros para los contratos de formación y un "componente social" para los salarios más bajos. La propuesta se basa en la buena situación de las empresas y la persistencia de precios altos para los consumidores a pesar de la disminución de la inflación. La presidenta del sindicato instó al Gobierno a garantizar el empleo y el futuro del sector industrial ante las próximas negociaciones que comienzan en septiembre.

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El mayor sindicato alemán, IG Metall, pidió este lunes una subida salarial del 7% para los 3,9 millones de empleados en la industria eléctrica y metalúrgica de cara a los próximos 12 meses debido “al nivel de los precios constantemente elevados”.

La dirección de IG Metall anunció hoy que realizaba esta propuesta a las comisiones regionales de negociación de convenios tras sondear la opinión de 318.000 empleados, según explicó en un comunicado.

Para los contratos de formación reclamó una subida de 170 euros extra, mientras que para los grupos salariales más bajos solicitaron un “componente social” que elimine parte de la presión a la que se ven sometidos.

La responsable de convenios de IG Metall, Nadine Boguslawski, argumentó que las empresas cuentan, en estos momentos, “con un colchón de pedidos confortable”, mientras que, a pesar de la bajada de la inflación, los precios se mantienen elevados de cara a los consumidores.

“Los pagos únicos (para compensar la inflación) de la patronal según el último convenio se los ha comido la inflación. Los empleados se merecen un ajuste mensual duradero y un reconocimiento de su labor”, afirmó.

Por su parte, la presidenta de IG Metall, Christiane Benner, manifestó comprensión con la “situación volátil” de algunas empresas aisladas, que, sin embargo, no debería arrojar sombra sobre la solidez del sector en su conjunto.

“La situación de algunas empresas aisladas no debe hacer sufrir a todos los empleados del sector”, declaró y señaló que “la política industrial es tarea del Gobierno” y éste debe encargarse de garantizar el empleo y el futuro de Alemania como emplazamiento industrial.

Los convenios vigentes en el sector expiran a finales del próximo mes de septiembre y la próxima ronda de negociación está prevista para mediados de ese mes.