El jefe de las arcas fiscales recordó que "en el pasado se recurrió a ello" -en Chile se fijaron precios durante la gestión de la Unidad Popular (UP)- y explicó los daños que genera.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, se refirió este martes a las consecuencias que genera el fijar precios de productos, descartando que eso mitigue la presión que está generando la inflación en los bolsillos por el alza de los productos.

El secretario de Estado recordó que “en el pasado se recurrió a ello” (en Chile se fijaron precios durante la gestión de la Unidad Popular, UP), lo cual provocó una serie de problemas.

“Desde el punto de vista económico, fijar precios bajo los valores del mercado tiende a generar mercado negro, escasez, fenómenos de acaparamiento. Esto se ha visto en muchos países, como en Argentina (…)”, explicó en radio Duna.

En ese país, complementó, “ha habido intentos de resolver de esa manera el tema de la inflación con muy malos resultados. De hecho Argentina tuvo el mes pasado la inflación más alta en varias décadas”.

Marcel remarcó que fijar precios, además, “es muy difícil de controlar”.

“Aunque uno quisiera hacerlo, a parte de ser inefectivo, es algo muy difícil de realizar”, sentenció.

En 2020 el entonces ministro de Economía, Lucas Palacios, también explicó sobre los efectos de fijar precios al ser consultado por aquello durante plena pandemia. Remarcó que genera mercado negro y agotamiento de stock.

En medio de ese debate -donde actores del mundo político como la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, pusieron sobre la mesa la idea de fijar precios- un grupo de ingenieros comerciales egresados de la Universidad Chile al igual que Hassler, refutaron el planteamiento a través de una misiva conjunta.

Comentaron que una medida así iría de la mano con el racionamiento, “desencadenando un mercado negro que busque satisfacer dicha demanda, impactando en precios aún más altos para quienes no pudiesen abastecerse del producto a tiempo”.

“A su vez, su difícil y costosa fiscalización, hace aún más ineficiente y casi impracticable este tipo de prácticas. Un claro ejemplo ha sido el caso argentino”, argumentaron.

Políticas como esas, finalizaron en aquella oportunidad, “claramente van en contra del bienestar social”.