El presidente de AFP Cuprum, Pedro Atria, se refirió a la contingencia en torno al sistema de pensiones y a la reforma que busca modificar lo establecido, en el marco de una Junta Ordinaria de Accionistas realizada esta mañana de manera virtual.

Atria admitió que este 2020, a causa de la pandemia, “será un año aún más complejo y desafiante” por las secuelas económicas y sociales que ha ido dejando la crisis sanitaria tanto a nivel local como global.

“Como AFP hemos tomado todas las medidas necesarias para cuidar los ahorros de nuestros afiliados. (…) Hoy la prioridad es sanitaria, que esta pandemia afecte a la menor cantidad de chilenos y estamos todos abocados a ese objetivo, dijo.

Atria también expuso la visión de AFP Cuprum sobre los cambios al sistema previsional.

“La discusión de una reforma de pensiones es un proceso serio y complejo, y cuyo principal y único objetivo debiera ser mejorar las pensiones de los chilenos de manera sostenible en el tiempo. Dado eso, lamentamos el surgimiento de iniciativas que desvían la discusión de fondo aprovechando el contexto actual, y que pueden terminar perjudicando a las personas”, expresó.

La mejora en las pensiones, a su juicio, es hoy la mayor demanda social de los chilenos y se requiere avanzar en los acuerdos necesarios para cumplir con ese objetivo.

Por esa razón, afirmó, “vemos con inquietud que el actual proyecto de ley introduce una mayor complejidad al sistema de pensiones”.

En ese sentido, comentó que “hay que evitar complejidades excesivas e innecesarias que perjudiquen finalmente a los trabajadores menos informados y a los más vulnerables. Esperamos que estos aspectos puedan corregirse en la discusión parlamentaria”.

Atria transparentó que le preocupa la fórmula que se está introduciendo para mejorar las pensiones actuales, “redireccionando un porcentaje de la cotización individual a un fondo colectivo o reparto, que no es necesariamente solidario, sino más bien una transferencia de riqueza desde los trabajadores activos a los trabajadores pasivos”.

En su visión, este tipo de mecanismos “no son adecuados” para un país como Chile, dadas sus características económicas y demográficas, lo que podría introducir una “carga fiscal no sostenible en el tiempo”.

Por último, el presidente de la AFP Cuprum valoró que “se esté concretando después de más de 10 años un aumento del 6% en la tasa de cotización y generando la incorporación del empleador como un actor clave en la construcción de las pensiones”.

“Es entendible que haya que revisar la gradualidad del aporte del empleador dada la situación que está afectando a las empresas, pero es clave que se mantenga su contribución”, concluyó.