Ningún padre quiere tener que admitir que su hijo o hija tiene un problema de adicción, mucho menos a la temprana edad de 9 años, sin embargo esa es la realidad de dos padres del Reino Unido, cuya pequeña se ha obsesionado con el videojuego Fortnite.

La joven habría comenzado a jugar a principios de enero, cuando sus padres le compraron una Xbox One. Fortnite fue uno de los primeros juegos que descargó, debido a que este era gratuito y popular con sus compañeros de colegio.

Según recoge el diario británico The Mirror, la niña se habría desvelado cada noche durante 2 meses para jugar al modo Battle Royale hasta las 5 de la mañana a escondidas de sus padres, e incluso robaba su tarjeta de crédito para comprar ítem cosméticos como trajes y armas. Los padres de la niña utilizaron seudónimos para hablar con la prensa, para proteger la identidad de la pequeña.

Su adicción comenzó a causar una baja en sus notas y un cambio de actitud. Se volvió impaciente, violenta y estaba cansada todo el tiempo. Intentaron limitar la cantidad de tiempo que podía jugar por día, sin embargo, esto no tuvo efecto.

“Mi esposo pasó por su habitación una noche y notó que su luz estaba encendida. La encontró sentada, se había orinado y todavía estaba jugando”, afirmó Carol al hablar de la situación. “Estaba tan adicta al juego que ni siquiera se levantó para ir al baño”, continuó.

La pequeña fue llevada a un centro de rehabilitación, donde ha sido hospitalizada por su obsesión con el juego desarrollado por Epic Games.

La situación ha abierto un nuevo debate en los medios del Reino Unido sobre el efecto de los videojuegos en la mente de los jóvenes, y si situaciones como ésta ameritan la creación de nuevos reglamentos y leyes para controlar la situación.

Los creadores de Fortnite, Epic Games, no han comentado sobre la situación al momento de escribir esta publicación.