La dexametasona es un medicamento que en varias partes del mundo ha traído alegría a los profesionales de la salud que luchan contra el coronavirus, ya que ha resultado eficaz en el tratamiento de algunos pacientes. Tanto, que hasta la OMS se manifestó contenta al respecto.

No obstante, este jueves, los pioneros de esta medida en España, uno de los países más azotados por el virus en Europa, salieron a reiterar que este producto es solo eficaz en las personas que están en condición grave y que no ataca el patógeno en sí, sino que evita una respuesta exacerbada por parte del sistema inmune en su contra, lo que puede generar estragos en el cuerpo.

En conversación con Diario El País de España, Ana Fernández, médico especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, señaló que el fármaco solo sirve para aquellos internados graves y que para los otros puede ser muy perjudicial.

“Tiene multitud de efectos secundarios como infecciones, diabetes, osteoporosis y hemorragias digestivas. No se puede usar de forma indiscriminada”, advirtió.

El equipo del recinto comenzó a ocupar este medicamento a principios de marzo y, tras semanas de pruebas, ensayos y análisis, una pre publicación al respecto vio la luz el 26 de mayo.

El documento, que todavía debe ser revisado por pares para completar el siguiente paso académico y ser publicado de manera oficial, establece que la dexametasona reduce la mortalidad en un 41%, tras estudiar a unos 400 pacientes.

Lo anterior se condice con los hallazgos de un equipo británico, el que incluyó más de 6 mil pacientes en 175 hospitales alrededor del Reino Unido.

Los responsables de aquella indagación indicaron que su correcta administración reduce en un tercio el riesgo de muerte de personas conectadas a ventilación y en un quinto el de aquellos que necesitan oxígeno.

“Con estos datos ya se debe dar el fármaco a todos los pacientes que tengan criterios similares a los de los pacientes del estudio”, zanjó Fernández.

“Generalmente, la fase de máxima inflamación ocurre al cabo de unos 10 días del comienzo de los síntomas y no ocurre en todos los pacientes”, detalló la profesional.

“Si se consigue controlar esa respuesta inflamatoria excesiva, sobre todo cuando aún no ha destruido gran parte de los pulmones, puede ser beneficioso para el paciente”, adelantó.

No obstante, desde el mundo médico entienden que dexametasona es solo un aliciente en medio de la crisis sanitaria, y que solo la vacuna generará, con el tiempo, el fin de esta pandemia.

Pese a ello, de momento, la dexametasona asoma como una buena opción para hacer frente a esta enfermedad, al menos en quienes hace realmente efecto, y especialmente por su precio: cuesta entre 1 y 2 euros al día por persona.

El fármaco en cuestión es ocupado en la medicina desde la década de 1950 y en nuestro país es producido por Laboratorio Pasteur, ubicado en Concepción.