Hoy en día, vivimos en una época en la que la medicina ha avanzado de tal manera, que complejas operaciones pueden ser llevadas a cabo con un mínimo de riesgo para el paciente.

El desarrollo de la tecnología y los descubrimientos en el ámbito de la ciencia han permitido a los expertos adecuar las técnicas para hacerlas lo más precisas posibles.

Sin embargo, esto no siempre fue así.

Como una forma de tomar consciencia sobre cómo ha evolucionado la medicina, es que a continuación revisaremos 5 espeluznantes prácticas quirúrgicas que solían hacerse en la antigüedad, pero que hoy resultan impensadas.

1- Bloodletting

La práctica del Bloodletting, o sangría en español, corresponde a un procedimiento en el que se le extrae sangre al paciente para tratar alguna enfermedad.

Aunque generaba numerosos riesgos innecesarios en el enfermo, e incluso de carecer de efecto curativo, fue un procedimiento bastante común hasta bien avanzado el siglo XIX.

Durante mucho tiempo se pensó que las dolencias y enfermedades no eran más que el resultado de “mala sangre”, razón por la que se “curaba” cortando y abriendo una vena y drenar parte de sus fluidos vitales en un recipiente. También se usaban sanguijuelas.

Médico realizando Bloodletting en 1860 (CC) Wikimedia Commons
Médico realizando Bloodletting en 1860 (CC) Wikimedia Commons

2- Ungüentos de excrementos

En la antigua Egipto, los médicos utilizaban sangre de lagarto y ratones muertos como “cremas” para tratar ciertas dolencias.

No obstante, además de estos particulares elementos, usaban excremento humano y animal como ungüento para algunas lesiones.

De acuerdo al Papiro Ebers, uno de los más antiguos tratados médicos conocidos, los encargados de la salud recurrían a esto además como mecanismo de protección ante los malos espíritus.

Generalmente, este método sólo empeoraba las cosas al generar infecciones en el paciente, como tétanos. Sin embargo, hay quienes sostienen que la microflora presente en algunos tipos de excrementos podrían tener sustancias antibióticas.

3- Hemiglosectomía

Este procedimiento fue sumamente popular en la Edad Media, cuando se practicaba sin anestesia y generalmente bajo muy malas condiciones de higiene.

En aquel entonces se creía que la amputación de la mitad o parte de la lengua era un tratamiento eficaz para tratar la tartamudez y otros desórdenes del habla.

Como imaginarán era peor el remedio que la enfermedad, pues los pacientes no sólo no mejoraban su lenguaje, sino que a menudo perdían la vida por infección. En la actualidad, la hemiglosectomía sólo se utiliza para amputar la lengua en casos de cáncer de boca y otras enfermedades orales graves.

4- Enemas de humo de tabaco

Por mucho que cueste creerlo, entre el siglo XVII y XVIII se creía que el humo del tábaco tenía propiedades como la de calentar un cuerpo para así reiniciar su respiración.

Este tratamiento se masificó en aquel entonces, y comenzó a usarse para tratar dolores de cabeza, resfríos e incluso la muerte.

En aquel entonces, se creía que al soplar este humo a través del recto del paciente, la nicotina actuaría como un estimulante.

Sin embargo, en 1811 se descubrió que tenía efectos secundarios que resultaban tóxicos, por lo que finalmente se abandonó su uso.

Enema de tabaco
Enema de tabaco

5- Trepanación

Uno de los métodos de cirugía más antiguos de la humanidad es, al mismo tiempo, uno de los más terribles. Se sabe que hace miles de años ya se practicaba la trepanación, técnica que consiste en hacer agujeros en el cráneo para curar enfermedades.

Mientras algunos historiadores creen que comenzó como un rito para liberar malos espíritus, otros sostienen que se originó como una forma de sanar a quienes padecían de ataques epilépticos o dolores de cabeza. Existe evidencia de que muchos de los pacientes a los que se les realizó una trepanación, sobrevivieron.

Ilustración del siglo XVIII de una trepanación en Francia (CC) Wikimedia Commons
Ilustración del siglo XVIII de una trepanación en Francia (CC) Wikimedia Commons

Se sabe que los antiguos peruanos curaban a sus heridos con traumatismos craneales severos mediante trepanaciones realizadas con una especie de corvo ceremonial llamado Tumi.

En aquella época, estos daños en el cráneo eran comunes debido a que en las guerras se utilizaban mazos contundentes como principal arma.