El radiotelescopio sudafricano MeerKAT, una red de 64 antenas de 13,5 metros de diámetro, logró registrar por primera vez una señal de radio asociada al cometa 3I/ATLAS.
Recordemos que este objeto interestelar está pasando por el sistema solar y ha estado en la mira de los astrónomos por sus características inéditas, ya que viene desde afuera de nuestro vecindario cósmico.
La señal fue captada el pasado 24 de octubre, solo 5 días antes de que el cometa alcanzara su perihelio, el punto más cercano al Sol, a unos 210 millones de kilómetros de nuestra estrella.
La señal de radio del cometa 3I/ATLAS
Lo que detectó el MeerKAT fueron líneas de absorción de radio producidas por radicales hidroxilo (OH) en frecuencias de 1665 y 1667 MHz, según explicaron los investigadores en The Astronomer’s Telegram.
Estas moléculas OH se forman cuando las moléculas de agua presentes se descomponen por la luz solar, un proceso completamente natural y característico de los cometas.
El hallazgo resulta especialmente significativo porque los dos intentos anteriores de MeerKAT, realizados en septiembre, no tuvieron éxito. Fue la geometría más favorable de octubre –con el cometa más cerca del Sol– la que finalmente permitió captar la absorción.

*Cometa 3I/ATLAS | Telescopio Hubble
¿Se resuelve el misterio?
Esta detección representa un avance importante en la comprensión del objeto: si 3I/ATLAS fuera una nave espacial metálica, como algunos han sugerido, los telescopios no detectarían estas moléculas.
Este tipo de señales ya se ha identificado en diversos entornos cósmicos –desde cometas hasta nebulosas o zonas donde se forman nuevas estrellas–, siempre asociadas a procesos químicos naturales.
El astrofísico de Harvard, Avi Loeb, que fue el que impulsó las teorías de que podría ser tecnología extraterrestre, celebró el hallazgo como “la primera detección de radio de 3I/ATLAS” y reconoció en su blog la validez de la observación.
Al margen de las hipótesis más extravagantes, lo cierto es que el cometa 3I/ATLAS simplemente presenta características extraordinarias.
De hecho, los astrónomos estiman que podría tener más de 7.000 millones de años, lo que lo convertiría en el objeto más antiguo jamás observado en nuestro sistema solar.
Su composición también sorprende: contiene una proporción inusualmente alta de dióxido de carbono y, según observaciones del telescopio James Webb, solo trazas de agua (alrededor del 4 % de su masa). Sin embargo, otras observaciones han detectado claros signos de desgasificación acuosa.
Estas discrepancias no se deben a tecnología extraterrestre, sino a los límites del conocimiento actual, como lo han manifestado los astrónomos en reiteradas ocasiones.
“Hasta el momento, no se ha reportado ninguna detección radioeléctrica de 3I/ATLAS, aparte de la señal de absorción de OH”, reconoció Avi Loeb.
Sin embargo, en marzo de 2026 habrá observaciones mucho más claras, ya que la sonda Juno buscará señales de radio de 3I/ATLAS en bajas frecuencias, cuando el cometa pase cerca de Júpiter, a solo 53 millones de kilómetros.