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El Telescopio Espacial James Webb (JWST) hizo un importante descubrimiento en la luna Caronte, la más grande que orbita Plutón, al encontrar nuevas moléculas como dióxido de carbono (CO2) y agua oxigenada (H2O2).

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Esta semana, el Telescopio Espacial James Webb (JWST) sorprendió con un nuevo hallazgo en el sistema solar, resulta que encontró dos nuevas moléculas en Caronte, la luna helada más grande que orbita a Plutón, estas corresponden a CO2 y agua oxigenada.

De acuerdo con Agencia SINC, desde que fue descubierta en 1978, Caronte ha sido objeto de numerosos estudios. De hecho, en 2015 la sonda espacial New Horizons tomó fotos de su superficie y sugirió la presencia de agua helada, amoniaco y compuestos orgánicos, elementos que también el James Webb confirmó.

Anteriormente, la New Horizons no pudo comprobar algunos componentes de esta luna porque su capacidad es de longitudes de onda inferiores a 2,5 µm, pero JWST llegó hasta los 5,2 µm y pudo recoger mayor información.

El hallazgo de dióxido de carbono (CO2) y el peróxido de hidrógeno o agua oxigenada (H2O2) se publicó el martes en la revista Nature.

¿Qué significa este hallazgo en la luna Caronte?

Que otros cuerpos del sistema solar tengan compuestos como los que hay en la Tierra, no necesariamente significa que habrá vida, pero tampoco es menos importante.

Los científicos dicen que esta detección sirve para entender mejor la química de Caronte, así como estudiar el origen y evolución de cuerpos helados que habitan en el cinturón de Kuiper, una zona situada más allá de Neptuno y donde se encuentran planetas enanos como Plutón.

“A diferencia de muchos de los objetos más grandes del cinturón de Kuiper, la superficie de Caronte no está oscurecida por hielos altamente volátiles como el metano y, por lo tanto, proporciona información valiosa sobre cómo procesos como la exposición a la luz solar y la ‘craterización’ afectan a estos cuerpos distantes”, explica al medio la autora principal del estudio, Silvia Protopapa, del Instituto de Investigación del Suroeste (SwRI) en Estados Unidos.

Para confirmar la presencia de estos compuestos se utilizó el espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec) del Webb, “aunque las mediciones no aportaron nuevos datos sobre la naturaleza de los compuestos orgánicos de Caronte”, puntualiza la investigadora. Esto último significa que todavía no saben por qué el CO2 y el H2O2 están allí, o cómo aparecieron.

Por el momento, el estudio teoriza que el CO2 podría venir de depósitos que se encuentran al interior de la luna, que quedaron expuestos hacia su superficie después de impactos de meteoritos que formaron cráteres.

Obervaciones del James Webb sobre la luna Caronte, de Plutón
Observaciones del JWST

En Caronte antes ya se habían detectado lo que los científicos llaman “mantos brillantes de material eyectado”, que son zonas donde se formó un cráter y el material bajo la superficie salió eyectado.

“En Caronte, el dióxido de carbono aparece principalmente como una fina capa sobre una subsuperficie rica en hielo de agua, y nuestra interpretación preferida es que la capa superior de CO2 se originó en el interior y quedó expuesta en la superficie a través de eventos de craterización, como los que crearon esos brillantes mantos de material eyectado”, señala Protopapa.

En cuanto a la detección de agua oxigenada, los científicos creen que la luz ultravioleta del Sol está alterando el hielo de la luna, recordemos que Caronte, igual que Plutón, es un cuerpo congelado, ya que se encuentra más lejos del Sol.

“El H2O2 se forma a partir de átomos de oxígeno e hidrógeno procedentes de la ruptura del agua helada por partículas energéticas solares y de rayos cósmicos”, añade la experta.

“Nuestra investigación revela que la superficie de Caronte conserva evidencias de su formación por la presencia de dióxido de carbono, así como signos de procesos de irradiación, indicados por la presencia de peróxido de hidrógeno“, concluye.