El Sol en su ciclo más activo entregó un impresionante espectáculo de auroras boreales que incluso fue captado por astronautas desde la Estación Espacial Internacional (ISS).

El Sol está actualmente en su punto más activo de su ciclo solar, que según ha apuntado la NASA, llegará a su peak en 2025. Si bien, esto no significa un peligro para la Tierra y la vida en ella, si trae fascinantes espectáculos, el más destacable: las auroras boreales.

Lamentablemente, estos fenómenos no se ven en todas partes del mundo, más bien ocurren a la vista de países que tienen amplios periodos polares y desde altas latitudes, principalmente en lugares puntuales de Finlandia, Noruega, Suecia, Estados Unidos y Canadá.

Sin embargo, ahora que son más frecuentes, astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional (ISS) han alcanzado a captar el especial momento en imágenes. Entre ellos Josh Cassada y Koichi Wakata, ambos de la NASA, que postearon imágenes del suceso durante los últimos días de febrero.

Las auroras boreales iluminaron Canadá con un resplandor verde que sobresale de la Tierra, contrastando con el espacio oscuro y el Sol brillante a un costado del planeta.

¿Por qué se producen las auroras boreales?

Según indica la NASA, las auroras boreales son fenómenos astronómicos naturales que forman un espectáculo de luces de colores en los cielos nocturnos.

Además, se producen cuando las partículas de radiación cósmica -que emite el Sol- colisionan con los átomos de oxígeno e hidrógeno que se encuentran en la magnetosfera, es decir, el campo magnético de la Tierra.

Estas partículas llegan al planeta a partir de llamaradas solares o explosiones en manchas solares que produce la estrella durante su actividad, las cuales van viajando por el espacio hasta chocar con el planeta.

Cabe destacar que, actualmente el Sol se encuentra en su “Ciclo Solar 25”, que partió en 2019 y por el que su actividad aumentó rápidamente, superando lo esperado por los científicos.

Y aunque este fenómeno es común, ocurre cada 11 años y no es peligroso, la NASA pronosticó que sus efectos podrían interferir con las comunicaciones y otras tecnologías que desarrollaron los humanos.

“Los eventos solares seguirán aumentando a medida que nos acerquemos al máximo solar en 2025, y nuestras vidas y tecnología en la Tierra, así como los satélites y astronautas en el espacio, se verán afectadas”, informaron.