Uno de los aspectos del sistema TRAPPIST-1 que más interés ha generado es la posibilidad de encontrar agua en alguno de sus exoplanetas, lo que a su vez podría permitir albergar vida.

Sin embargo, de forma irónica, un nuevo estudio realizado por expertos de la Arizona State University y Vanderbilt University reveló que la cantidad de agua en estos siete cuerpos podría ser tan elevada, que las opciones de encontrar algún tipo de vida serían bajas.

Aunque hasta ahora se sabían datos respecto a la masa y diámetro de estos planetas, lo que hizo esta reciente investigación -divulgada en la revista especializada Nature Astronomy– fue calcular la cantidad de agua para así crear un modelo planetario.

De esta forma, los expertos concluyeron que los exoplanetas que giran alrededor de la estrella TRAPPIST-1 contienen entre un 10% y un 50% de agua, porcentaje que ha sido denominado como demasiado alto.

La primera razón por la que esto imposibilitaría algún tipo de vida en estos planetas es la ausencia de tierra firme, lo que dificultaría los procesos geológicos que se requieren para el desarrollo de una atmósfera.

En ese sentido, el sitio de actualidad Gizmodo plantea el caso de la Tierra, la que si bien está cubierta con agua en un 70%, este líquido corresponde a sólo el 0,2% de la masa total del planeta.

NASA
NASA

Pero no sólo eso, ya que además hay que considerar que un planeta con un 10% (o más) de agua implicaría océanos de miles de kilómetros de profundidad, lo que ejercería una gigantesca presión. Como consecuencia, el planeta podría terminar congelado en su totalidad.

A pesar de este negativo pronóstico , hay quienes creen que el acoplamiento de marea que experimentan algunos de estos cuerpos podría generar que una de sus caras reciba el calor necesario como para desarrollar vida.

En tanto, cabe precisar que el descubrimiento de agua en las cantidades requeridas no necesariamente confirmaría la existencia de vida inteligente.

En ese sentido, Patricio Rojo, profesor del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, aclaró en 2017 que la “vida” tiene mucha variedad ya que es producto de la evolución, la que no necesariamente conduce a inteligencia.

A modo de ejemplo tenemos el caso de los dinosaurios, los que a pesar de habitar la Tierra por cerca de 135 millones de años, nunca pudieron desarrollar inteligencia.

Por su parte, para llegar a TRAPPIST-1 tardaríamos alrededor de 1,5 millones de años con la tecnología actual del transbordador espacial.