No es ningún secreto que las tablets o tabletas van en retroceso. En los últimos años sus ventas han caído estrepitosamente, ya que muchos prefieren invertir su dinero en un buen smartphone o teléfono inteligente cuando se trata de escoger un dispositivo móvil para uso diario.

Sin ir más lejos, en BioBioChile un pequeño porcentaje de las visitas provienen de tablets, mientras que la mayoría llegan desde celulares, cifras que pueden dar una muestra de la poca llegada que tienen las primeras dentro del mercado chileno.

Yo no soy experta en tecnología, pero uso tablets desde hace años y, en lo personal, creo que existen dos motivos principales por los que no son tan masivas en nuestro país.

Primero, su alto valor. La mayoría de las familias chilenas no tiene el dinero suficiente para comprar un smartphone y una tablet. Muchos ni siquiera tienen los recursos para comprar uno solo de ellos. Pero si deben elegir, un celular parece ser la opción más lógica.

¿Por qué? Eso nos lleva a la segunda razón: muchos prefieren un celular porque es más práctico. Se puede andar trayendo en el bolsillo todo el día. En cambio, uno no puede llevar una tablet en el pantalón ni usarla para hablar por Facebook mientras se camina por la calle.

Esas serían las dos grandes desventajas de las tablets. Pero esta columna no es sólo para hablar de cosas negativas.

Según mi experiencia con tablets, también tienen varios aspectos positivos.

Su primera cualidad es la más obvia: son mucho más grandes. Sus amplias pantallas permiten navegar más fácilmente que en un celular, que a veces puede resultar incómodo. Incluso se pueden ver películas o series en una tablet sin ningún problema, algo más difícil de lograr en un smartphone por su pequeña pantalla.

En segundo lugar, son mucho más cómodas que un notebook. Si bien no tienen la misma capacidad que un computador, pueden reemplazarlo en varias tareas que requieren de pantallas de mayor tamaño, con el beneficio de que son mucho más fáciles de transportar no sólo al salir, sino que también para moverse dentro del hogar.

Tercero, pueden ser mejores para trabajar, en algunos casos. El mejor ejemplo de esto son los diseñadores, quienes pueden crear ilustraciones con tablets de forma más cómoda (esto varía dependiendo del modelo y marca del dispositivo, obviamente).

Y en cuarta posición, menciono algo contrario al punto anterior: pueden resultar ideales si uno quiere desconectarse del trabajo. De hecho, es por este motivo que yo uso tablets cuando estoy en mi casa.

Si quiero desconectarme del trabajo y de la rutina, pero sin aislarme por completo del mundo exterior, simplemente apago el celular, el computador, y enciendo una tablet, donde no tengo instaladas redes sociales ni correo electrónico ni WhatsApp ni nada relacionado a lo laboral o cosas que puedan resultar estresantes.

La última ventaja que mencionaré es que no necesitan recambiarse con tanta frecuencia, como es el caso de los celulares. Tal vez sea porque uno no suele usarlas todo el día, pero tengo tablets que compré hace como 5 años y siguen funcionando perfectamente.

Entonces, ¿sirven las tablets? Mi conclusión es que sí, por supuesto que sirven. En lo personal, no me arrepiento de haber invertido mi dinero en ellas, porque a mí -y recalco que esto se trata de mi experiencia individual- me resultan mucho más cómodas que un computador y no tan estresantes como mi celular, dos cosas que valoro.

Eso sí, debo aclarar que no son imprescindibles. ¿Pueden reemplazarse por un celular? Claro que sí. Y por un computador también. No son realmente necesarias, pero sí sirven, no son inútiles.

Samsung vs. Apple

Si ya te has decidido por comprar una tablet, seguramente te habrás dado cuenta de que Samsung y Apple son las dos marcas que lideran este mercado, por lo menos en nuestro país.

En el caso de Samsung, sus líneas de tablets son las Galaxy Tab -que utilizan sistema operativo Android-, mientras que Apple tiene sus iPads habilitados con iOS.

¿Cuál empresa es mejor? Yo he probado ambas marcas y les daré mi opinión al respecto, pero antes de continuar, debo recordarles que no soy para nada experta en tecnología y que lo que escribiré aquí se trata únicamente de mi posición personal.

He probado dos tablets Samsung, con experiencias totalmente opuestas. Primero, tengo una Galaxy Tab mini 3 (ingresando aquí puedes ver sus especificaciones técnicas), la cual compré hace unos 3 años… y siempre ha funcionado pésimo. Horrible. Tan mal que actualmente sólo la ocupo para cosas muy básicas, como escribir notas, escuchar música y como despertador… Sí, la uso como reloj. No pierdan su dinero en ella.

Mi segunda experiencia es mucho, pero muchísimo mejor. Este mes me llegó desde Samsung una Galaxy Tab S3 (ingresando aquí puedes ver sus especificaciones técnicas), su última tablet -lanzada este mismo año-, la cual me prestaron para poder hacer este review. Resultó ser una maravilla (y no, no me pagaron por decir ese cumplido).

Samsung Galaxy Tab S3
Samsung Galaxy Tab S3

Es extremadamente liviana y está hecha con una especie de cristal brillante que hace que se vea muy elegante. En cuanto al funcionamiento, es rápida, se puede navegar sin ningún problema y nunca se queda pegada. Se desbloquea con huella digital, lo cual resulta muy cómodo.

Lo que más llama la atención de esta tablet es que se puede usar con un S Pen, que es el lápiz inteligente de Samsung. Esta herramienta no sólo sirve para hacer dibujitos, sino que también tiene otras utilidades. Por ejemplo, permite recortar imágenes tipo captura de pantalla desde cualquier aplicación. Sólo debes seleccionar qué objeto quieres recortar y lo convierte automáticamente en una imagen.

Como yo sólo la ocupo para cosas básicas, pues soy una usuaria promedio, se la traje al ilustrador de BioBioChile para que la probara. Él me confirmó que la tablet y el S Pen son perfectamente útiles para el trabajo de diseñador gráfico, siempre que se le instalen las apps adecuadas.

Por otra parte, el único iPad que he probado es un modelo muy viejito que tengo. Se trata de un iPad 3 (ingresando aquí puedes ver sus especificaciones técnicas) que compré en 2012, el año de su lanzamiento. Pese a todo el tiempo que ha pasado, sigue funcionando excelentemente, ni siquiera se pega. No siento ninguna necesidad de cambiarlo. Gran punto a favor para Apple.

iPad 3
iPad 3

Claro que aquí hay que considerar que sólo lo uso para tareas básicas. Por ejemplo, no podría utilizarlo para videojuegos actuales, porque el modelo ya está obsoleto a esta altura.

Las únicas quejas que tengo respecto al iPad son cosas que también ocurren con muchos modelos de iPhone, y es que es complicado traspasar archivos desde y hacia el dispositivo, junto a que trae muy poca capacidad de almacenamiento. Ni siquiera se le pueden poner tarjetas micro SD, lo cual me molesta.

Basadas en estas tres experiencias, la conclusión a la que puedo llegar es que prefieran Samsung sólo si tienen el dinero suficiente para invertir en un modelo avanzado, como la Galaxy Tab S3, respecto a la cual no tengo ninguna queja. Si quieren usarla para diseño profesional, también la recomiendo.

Pero no aconsejaría comprar uno de los modelos baratos, a menos que los quieran sólo para tareas muy básicas. No he probado las tablets más económicas que actualmente ofrece Samsung, así que no puedo afirmar esto con 100% de certeza, pero después del Galaxy Tab 3, la verdad es que no me quedaron ganas de volver a arriesgarme.

En cuanto a Apple, su problema es que ninguno de sus dispositivos es barato, pero lo que sí puedo asegurar es que sus iPad duran una eternidad. Si lo que estás buscando es una tablet que te dure muchos años y que siempre haga bien las tareas básicas (sin considerar apps más pesadas, como videojuegos), esta es tu opción.