No me cabe duda de que usted habrá leído concienzudamente el Apocalipsis de San Juan. Y recuerda claramente el comienzo del capítulo 6°, donde Jesucristo aparece en forma de un cordero con 7 ojos y 7 cachos, recostado como muerto en su trono y rodeado por una corte de animales cubiertos de ojos, y de ancianos suplicantes.