Existe incertidumbre en Estados Unidos ante la supervivencia y supremacía del dólar en el comercio mundial.

Esto, porque ya es un secreto a voces que Rusia, China y sus aliados están empeñados en poner término a la dominación del dólar estadounidense, que no tiene más respaldo que el dominio político y militar.

Pese a la supremacía del dólar, 15% del comercio mundial se está realizando en otras monedas, principalmente la divisa china, pero la aparición de las criptomonedas ha cobrado un ímpetu inimaginable generando grandes fortunas a quienes invirtieron en ellas, pero sobre todo imponiendo un comercio en pagos encriptados que pueden burlas las sanciones políticas internacionales.

Cuando más países comiencen a adoptar se comienza acercar el final del predominio del dólar, cuestión que será compleja para los países ligados a la divisa estadounidense.

Un diálogo entre Donlad Trump y el destituido director de la CIA, James Comey, hace parecer que el ocaso de Estados Unidos no será muy digno. En su libro habla de la verdad, donde se muestra a él mismo como una especie de apóstol heroico siempre dispuesto al sacrificio en defensa de la verdad, su verdad, la que no está sujeta a contexto, historia o juicios.

Trump es el capo mafioso de la Cosa Nostra que basa su razón en la lealtad. Para comey lo repugnante de los mafiosos no es que sean asesinos, sino que faltan a la verdad.

Comey acusó a Trump de ser un capo mafioso que exige lealtad en vez de respetar la verdad suprema, Trump respondió muy enojado y lo llamó mentiroso bolsón de porquerías, debilucho cobarde y traicionero, bola de inmundicia.

Así, entre un capo mafioso y un pelotón de inmundicia, ¿qué se puede esperar?

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