Una doble mirada femenina y masculina cruza Crisis, apología de un despertar, unipersonal que protagoniza Paulina Hunt.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

Una precisión importante, porque en esta propuesta Juan Víctor Muñoz (“Circe”) aborda la crisis existencial como un fenómeno “universal que puede afectar tanto a hombres como a mujeres”.

Precisamente, por este derrotero transcurre Crisis, apología de un despertar, la historia de una “actriz que cae en el sinsentido de su vida como mujer y al despertar al mundo de las emociones cuestiona creencias y desafía su cotidiano, hábitos y gustos”.

Explica el director que, por eso, “ocupa sus recuerdos para comprender su proceso interior desde lo personal y social, en escenas sobre aspectos de toda su existencia en crisis”.

Agrega Muñoz: “Si bien es cierto que la actriz realiza un viaje muy personal, sin duda también está influyendo el entorno social en que vive”.

Se refiere a situaciones tanto de “violencia, discriminación, derrumbe de la democracia, como la guerra”, entre otras condicionantes del entorno que “golpean su vida al límite”, frente a lo cual “no sabe cómo continuar”.

Ceremonia y realidad

¿Cómo fue surgiendo un texto con situaciones duras y difíciles de vivir?

“Con Paulina Hunt venimos de un desarrollo personal emocional y de un formato escénico que subraya el rito y la ceremonia que Crisis, apología de un despertar recoge.

“Además, una crisis existencial es provocada por la vejez, la pobreza, las repercusiones del cambio climático y los cambios culturales que se están viviendo. Todo esto golpea la vida al límite”.

¿Hay encierro, tragedia?

“No. Nuestra propuesta enfrenta estas situaciones de manera lúdica y afectiva, con música, baile, magia, humor, reflexión, creatividad y ternura, Es una comedia existencial reflexiva.

“Hay mucha emoción en la obra, se entra y se sale una y otra vez: no es catártica ni trágica, sino reflexiva y muy sentida, de mucha ternura.

“Proponemos una alternativa a la problemática existencial, por la vía de promover la esperanza de vivir de una manera distinta y positiva. Hasta que se abra paso a la ternura, el humor, la creatividad y surja la esperanza de nuevos caminos.

“Es un viaje existencial en el que la protagonista irá decidiendo paso a paso su destino en complicidad con los espectadores”.

Crisis, apología de un despertar

Emociones colectivas

¿Qué destacarías entre los recursos escénicos que utiliza la obra?

“Tiene un lenguaje ágil y dinámico, actriz y público se funden en una sola emoción. En una de las funciones terminamos en una ronda y, después, todos nos abrazamos.

“El trabajo corporal es enfático, incluye canciones tan diversas como la vida misma, con ritmos actuales y letras significativas sobre la vida de esta actriz. Fuimos trabajando los textos, Paulina improvisa, volvemos a escribir e improvisar, corregimos… así. Hasta llegar a algo.

“La escena de un muchacho trans es muy determinante: su transformación en mujer la hicimos con un tratamiento teatral muy cuidadoso y de comprensión hacia el otro”.

¿Qué línea actoral sigue el monólogo?

“Como director trabajo con las imágenes, no en el sentido audiovisual, sino a través de aquellas que produce el cuerpo actoral en el escenario: miradas, ritmos, tiempos…

“La actriz va configurando esas imágenes en el escenario en el momento de la actuación, traspasándolas al público.

“En realidad, tanto la obra como la dirección y la actuación trata al personaje como ser humano, sea hombre o mujer. Creo que la violencia tiene que ver con un aprendizaje social y se puede desactivar aprendiendo a construir nuevas formas de comunicación”.

Conexión permanente

Al final, lo importante es crear conexiones…

“Somos seres humanos universales y sólo podremos encontramos en la dialéctica de la convivencia. Como rescatar la mirada del otro… Sólo en el encuentro con el otro pasan cosas distintas.

“Tenemos que enfrentar qué nos hace daño, qué nos distancia. Si hay desconexión con uno mismo no se llega a ver al otro. En escena, la actriz va acogiendo mi propuesta de actuación biopsicoenergética que he ido trabajando con el tiempo.

“Por eso, la obra es viva, se va produciendo en el instante de la actuación, teniendo a los centros energéticos como lo prioritario en el actuar. Canciones, coreografías y emociones, todo lo que pasa en la obra está conectado con una dinámica interior”.

Crisis, apología de un despertar

Crisis, apología de un despertar

Dramaturgia: Paulina Hunt, Juan Víctor Muñoz
Dirección: Juan Víctor Muñoz
Actuación: Paulina Hunt

Diseño escénico integral: Daniela Portillo
Música: Víctor González
Coreografía: Marcela Paz Silva
Diseño gráfico: Anahí Saá
Operador de iluminación: Iván Fernández
Producción: Paola Lara

Teatro Camino
Antupirén 9400. Peñalolén.
Viernes y sábado 20.30; domingo 19.00 horas.
Viernes 2×1, $ 6.000 ; sábado y domingo $ 7.000; estudiantes y tercera edad $ 5.000.
19 al 28 enero de 2024.

Créditos: Crisis, apología de un despertar