Alicia Keys se reencontró con sus fans en Chile en el marco del "Alicia + Keys World Tour", gira que recaló anoche en Movistar Arena con más de una sorpresa entre manos.

A 10 años de su última presentación en el país, la estadounidense Alicia Keys regresó a Chile en un show que congregó a más de 12 mil personas en Movistar Arena y que desde ya destaca como uno de los hitos esta cartelera 2023.

El espectáculo, que arrancó a las 21:07 y fue antecedido por el acto de apertura de la chilena Masquemúsica, tuvo un encuentro previo entre la compositora y sus fans en dependencias del mismo recinto capitalino, en donde Keys se dio tempo para hablar de su maternidad, escuchar anécdotas de sus seguidores e incluso cantar en español.

Ya en escena, la ganadora de 16 Grammys arrancó con “Nat King Cole”, “Truth Without Love” y el primer coro de la noche: “You Don’t Know My Name”.

Vestida en un jumpsuite de lentejuelas azules que en principio escondió con una capa al estilo princesa, Keys presentó 11 canciones (incluida una versión de “Calma”, de Pedro Capó) antes de cambiar de escenario y de concepto.

Al tono de una voz intacta e implacable, y acompañada por una sencilla banda que seis integrantes, “Wasted Energy”, “Karma”, “New Day”, “Un-Thinkable (I’m Ready)”, “So Done”, “Diary” y “Looking for Paradise” también se escucharon en la primera de tres etapas del recital.

El segundo set tuvo a Alicia en la zona opuesta, casi al inicio del Arena, arriba de un armatoste y rodeada de teclados, perillas y sintetizadores para un bloque de inspiración hip hop, electro y festiva, a la usanza de las fiestas de los DJ’s de estadio.

Allí, se dio espacio para repasar sus hits sola al ritmo de teclas y pistas, a metros de sus fans, pero también para calibrar y subir la fiesta cuando la noche lo ameritó, incluyendo bocinas de camión (y del reguetón) y uno que otro guiño a la cultura latina (un medley alusivo antecedió el bloque). Y todo esto de cara a las filas más alejadas del escenario 1, el principal, a pesar que el show se vendió con tickets numerados en la explanada. Un gesto poco habitual que la audiencia aplaudió y correspondió.

Canciones como “The Gospel”, “Plentiful”, “Skydive”, “Only You”, “A Woman’s Worth” y “Unbreakable” se escucharon con Keys en altura, así como una reversión de “My Boo”, “City of Gods” y “City of Gods (Part II)”. El cierre quedó reservado para uno de sus clásicos: “Empire State of Mind”.

Ya de regreso en el escenario habitual, Keys encabezó la tercera parte del espectáculo, ya más bailable y pop, donde una chilena se convirtió en la gran protagonista: Ana Tijoux, quien irrumpió de sorpresa en el hit “Girl on Fire” para intervenir con un fragmento de su “1977”, canción que le valió una track en la banda sonora de la serie “Breaking Bad”.

“Try Sleeping With a Broken Heart”, “Superwoman” y “Fallin”, acaso su himno más popular, comenzaron a delinear una despedida donde también hubo vítores para “In Common”, “Gypsy Woman (She’s Homeless)” y “Underdog”. La postal final la marcó “No One” y un “fan-act” más bien sobrio con globos morados en las tribunas. “No olviden este momento, no olviden esta magia”, dijo Alicia Keys al micrófono antes de desaparecer del escenario, donde cerró su show con “Like You’ll Never See Me Again” y “If I Ain’t Got You”.