El libro de Guillermo del Toro (Mexico, 1964) y Chuck Hogan (Estados Un nidos, 1967) es un relato de acción, un thriller fantástico, con magia blanca y negra, con seres filtrados de otros mundos. Un libro con aires a guion de cine, de una saga que recién comienza.

Tres épocas, tres personajes que confluyen para enfrentar el mal, la intromisión en nuestro mundo de seres malignos que ingresaron, en el s XVI, por una magia e invocación mal realizadas.

Por un lado, está Hugo Blackwood, un abogado que participó en 1582 en una sesión fallida que provocó el ingreso de seres de otro mundo. Ese hecho no sólo condenó a la hermosa y joven esposa de Hugo Blackwood: el tendrá que vivir hasta derrotar a esos seres. Una labor que lleva realizando casi 450 años.

Earl Solomon, en 1962, es uno de los primeros agentes de color del FBI. Siendo un novato, es enviado a ayudar a resolver un caso en Jackson, un pequeño pueblo en el delta del Misissipi. Un lugar donde el racismo está latente, siempre listo a estallar. Han sido linchadas -asesinadas- varias personas de color, pero recién el linchamiento de un hombre de color enciende las alarmas. Se cree en una venganza. Llegan integrantes del KKK (Ku Klux Klan) de diversos lados. Creen que Solomon puede ayudar a develar quiénes son, en la comunidad de color, los asesinos. Y aparece Hugo Blackwood.

Odessa Hardwicke es una joven agente del FBI. Es el año 2019, Nueva Jersey, y está con el veterano agente Walt Leppo en un anodino local de comida. Entonces se ven envueltos en un extraño incidente. Un empresario, acusado de corrupción económica y política, al que están investigando, roba una avioneta, disparada a diestra y siniestra y se dirige a la que era su casa, porque le han pedido el divorcio. Ahí ha asesinado a su esposa y a dos de sus hijas cuando ellos llegan. Odessa da muerte a Walt, cuando éste, en forma inexplicable, intenta asesinar a la tercera hija del empresario.

Escrito a tres voces, con predominancia de Odessa, Los seres huecos es un relato dinámico, a ratos sin respiro, donde las coincidencias muestran un mundo donde pareciera que todo está engranado, conectado (salvo para la gente “normal”, que parecen simples peones).

Bien escrito, Los seres huecos entretiene, pero puede cansar. Mucha acción, poco contenido. Como muchas películas de acción, fantásticas, de Hollywood.

Hugo Blackwood lleva casi 450 años en eso. Supo incorporar a Earl Salomon a su tarea y, ahora que está viejo y a punto de morir, le toca su turno a Odessa Hardwicke. Todo para salvar… al mundo, en forma anónima.

“-Si no se abordan y corrigen con honradez los errores del pasado, los espíritus oscuros brotan de las heridas abiertas”, dice Hugo Blackwood (pp 304).

En medio de tanta acción, suspenso y miedo, hay pequeños chispazos, frases sueltas que van quedando en medio de este tobogán sin fin. De esta montaña rusa bien hecha, bien escrita, que permite imaginar con descripciones que dan pistas precisas y que no termina. Porque queda claro el continuará

Los seres huecos, AdN Alianza Editorial S.A. (c)

Los seres huecos (Las cintas de Blackwood Vol. 1)

Guillermo del Toro y Chuck Hogan
AdN Alianza de Novelas
Madrid, 2020