La primera película de Nicol Ruíz Benavides tiene como protagonista a Claudina (Rosa Ramírez), una mujer mayor que siempre ha vivido en Lautaro (Región de la Araucanía). Entonces conoce a Elsa y, poco a poco, se abre a nuevas experiencias, sentimientos. A dejar que despierte una parte importante y reprimida de ella.

La Nave del olvido

Claudina ha quedado viuda hace muy poco, luego de un largo matrimonio. A ese dolor suma el que debe abandonar la casa, en el campo, que le entregaban a su marido por ser capataz en un fundo. Es la casa donde vive desde que, muy joven, se casó.

Claudina decide vivir con Alejandra (Gabriela Arancibia), su única hija, y Cristóbal, su nieto, en el pueblo. Ahí conoce a Elsa (Romana Satt), una vecina. Ella no tiene hijos y pasa largas temporadas sola, ya que su marido viaja por trabajo.

Elsa es más libre. Ella canta en El Porvenir, un local nocturno que queda al otro lado del río. Ahí se dan cita homosexuales, travestís y un extraño mundo de “cochinadas”. Poco a poco, entre Claudina y Elsa se da una fuerte amistad, complicidad y amor. Sin embargo, su hija como los vecinos miran, comentan y condenan.

Claudina se siente libre, dueña de sí misma. Enamorada. Pero los prejuicios, las dependencias, las convenciones, son muy fuertes.

Nuevos despertares

La Nave del olvido aborda el derecho de las personas mayores a buscar sus propias libertades, identidades, caminos. A la diversidad. A explorar sus roles más allá de los que impuso (e impone) una sociedad que ha cambiado mucho. No en vano Claudina se identifica con una joven que tiene de pareja a una muchacha.

La cinta cuestiona la opresión que significan una serie de normas sociales, en especial en relación a las mujeres, personas mayores y en lugares donde el “control social” es muy fuerte, opresivo. A un conservadurismo que oprime, condena, inhabilita.

Rosa Ramírez
La Nave del olvido

Rosa Ramírez

La película de Nicol Ruíz tiene su punto alto en la gran actuación de Rosa Ramírez (La Negra Ester, Días de campo, La visita, Mala junta). El talento de la actriz quedan de manifiesto en primeros planos donde, con pequeños gestos, transmite diversidad de sentimientos.

Rosa Ramírez logra escenas de gran calidad, donde la sutileza y oficio permiten transmitir la complejidad de las situaciones y de los sentimientos con lo mínimo.

En pocas palabras, La Nave del olvido se sostiene gracias a Rosa Ramírez y a un tema que debiera dejar de ser tabú.

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Debilidades

La Nave del olvido tiene varios puntos débiles. El primero es un guion poco verosímil. Es poco creíble una sumatoria se circunstancias como que Claudina pueda superar tan rápido la muerte del marido (incluso más allá de lo afectivo, solo por la costumbre que pudo significar tantos años de matrimonio). O la existencia de el local nocturno con esas características -de ciudad grande- y que ella no supiera de él, por mencionar solo dos.

También resulta un tanto lenta, al tiempo de no abordar temas que pudieron enriquecer la historia, dándole más profundidad. O pudiendo trabajar más el personaje de Elsa, que nunca llega a completarse o entenderse.

La Nave del olvido es una cinta que aborda un tema poco tratado en Chile, como es la libertad y diversidad sexual de mujeres mayores. Y, lo más destacado, permite ver grandes escenas de Rosa Ramírez.

La Nave del olvido se estrena en salas nacionales el próximo 13 de enero de 2022.