El Juzgado de Familia de la comuna de Colina ofició, en febrero pasado, al Hospital San Borja Arrirán para que se reevaluara el tratamiento de fármacos que recibía la menor de 11 años que falleció al interior del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino.
La niña murió al interior del centro -dependiente del Sename- pasadas las 20:00 horas del martes 12 de abril producto de un paro cardiorespiratorio. Al respecto, la directora del servicio, Marcela Labraña, descartó algún incumplimiento de protocolo médico y aseguró que la crisis de la menor se gatilló debido a que tenía programada una visita de familiares, los que no llegaron.
Sin embargo, esta versión de lo ocurrido ha sido fuertemente criticada por los familiares de la menor y por especialistas, quienes aseguran que la menor estaba siendo sobremedicada y presentaba una descompensación días antes de su muerte.
Según explica el diario El Mercurio, el Hospital San Borja no respondió a la solicitud del juzgado en donde pedían revisar el tratamiento médico de la menor. Incluso, en agosto de 2015 los directivos del Cread Galvarino pidieron que la niña fuera reevaluada porque presentaba problemas derivados de la medicación que recibía por parte del hospital.
Los profesionales que atendían a la menor señalaron que los efectos adversos que sufría -producto de los medicamentos- eran hinchazón estomacal, movimientos involuntarios en las manos, saliva excesiva, dificultad para hablar y la inflamación de sus labios.
Además, el psicólogo y consejero técnico del Poder Judicial, Luis Cárcamo, redactó un informe en donde recomendó que la niña debía quedarse en el centro del Sename. Sin embargo, reiteró que se debía reevaluar su medicación, solicitud que nunca fue respondida.