Esta columna fue escrita por Rony Núñez Mesquida y Claudio Moreno P.

1.- Preámbulo bajo la lluvia de Santiago de Chile.

Caminamos por el Barrio Universitario, bajo una tenue lluvia poco habitual para las postrimerías del mes de Octubre en este avanzado, catastrófico y pseudo solidario Chile en 2015. Nos dirigimos a la Oficina en la Universidad Diego Portales, del Premio Nacional de Literatura Raúl Zurita, a nuestro juicio, junto a Nicanor Parra, Enrique Lihn y Roberto Bolaño, entre los mejores escritores de la breve historia chilena, de escasos pero pretenciosos 200 años.

El motivo que nos convoca, es nuestra anterior columna publicada en Le Monde Diplomatique y en BíoBíoChile, titulada “Bolivia y su Demanda Marítima: Llevar a Perú ante La Haya”.

Mientras subimos hasta el sexto piso donde nos espera el vate para conocer su posición sobre el litigio en cuestión, resuenan en nuestras mentes y recitamos de memoria, aquellos versos que emergen de la espuma de las costas del Océano Pacífico, de puño y letra de Raúl Zurita:

“Allí está el Pacífico hombre, allí, encima
de nuestras cabezas
y no lo crees y tus ojos lloran
y no puedes entenderlo y tus ojos lloran
todos los que amamos son el mar.
Todo lo que amamos es el mar
América es un mar con otro nombre
Todo lo que vive es un mar con otro nombre”.

2.- Raúl Zurita, Poeta y Premio Nacional de Literatura: “Este episodio quedará sólo como una pesadilla amarga” Nos recibe entusiasta en su oficina y consultado sobre su postura sobre el actual litigio entre Bolivia y Chile, levanta su mirada hacia un horizonte que está en su mente, pero que se refleja en sus pupilas. Hace una pausa y nos dice:

”Cierro los ojos y sé que Bolivia tendrá salida al mar, lo que sucederá invariablemente. Tener cuatro mil quinientos kilómetros de costa y no devolver un pedazo de esa costa es demasiada mezquindad. Somos pueblos hermanos y Bolivia es un país entrañable en el corazón de América, un país hermano y tiene derecho al mar. Algún día se borrarán todas las fronteras y este episodio quedará sólo como una pesadilla amarga”. Su contundencia abruma y emociona su entonación, que es hermana de sus olas, de aquellas que luego nos recuerda el inicio de su gran poema “El Ascenso del Pacífico”:

“Se encumbró entonces el océano
y nuestras pupilas miraban el portento
sin todavía creerlo
Escuchamos de nuevo las rompientes, las
infinidades de islas
subiendo igual que estrellas sobre el cielo”.

3.- Rafael Gumucio Araya, Escritor: “Yo creo que nos conviene en todo sentido tener una relación con Bolivia lo mejor posible.” Toca ahora el turno del escritor Rafael Gumucio, cuya oficina se encuentra en el mismo piso de la Universidad donde hemos conversado latamente con el Poeta Raúl Zurita. Viene de hacer clases y se hace amablemente un espacio para concedernos la entrevista. Con una clara opinión desenfunda el revólver y dispara asertivamente:

“Aquí le hemos dado la espalda a Bolivia. Si uno fuera pragmático y frio, a Chile le conviene tener una relación con Bolivia espectacular, y yo nunca he entendido porque Chile no lo ha hecho. Mi familia es en parte boliviana, y he llegado a la conclusión de que en el fondo Perú ha sido nuestro gran enemigo, de ambos pueblos, que esto Perú lo ha impedido en gran parte, y también en parte la inestabilidad política boliviana, y la soberbia chilena. Creo que el abogado iraní que contrato Bolivia dio en el clavo, hay muchas soluciones ingeniosas, algunas que ya se usan y otras que se pueden inventar para que Bolivia tenga mar y soberanía sobre el mar, sin partir en dos el territorio chileno, hay soluciones era cosa de explorarlas, por supuesto que demandan ingenio y demandan pedirle a los pueblos paciencia, incluso renuncias, pero que son perfectamente posibles, y que hemos llegado a este escenario por pura torpeza política de nuestra cancillería, que ha actuado absolutamente equivocada”.

¿Cuál es tu valoración sobre la figura de Bachelet en su reelección, y Evo a esta altura consagrado como un gran político?:

“Conozco a Evo Morales, es una figura política relevante, de otro nivel. Él sentía una gran confianza y gran cercanía con la Michelle Bachelet que se fue borrando con los años. Yo creo que aquí las culpas no hay que ir viendo de quien son, pero creo que el canciller Moreno y la política de Piñera fueron totalmente infundadas y completamente sesgadas. La política del canciller Alejandro Foxley en su tiempo, creo que también fue equivocada, aunque entre medio hubo cancilleres que si lo hicieron bien. En Chile no conocemos bien nuestra historia de relación con Bolivia, no sabemos hasta qué punto, tanto Chile como Bolivia han intentado acercarse más de lo que uno cree. Pero es cierto, que nosotros nos hemos estado farreando la única opción que tenemos de tener un presidente Boliviano que dure más de dos o tres años, es la única vez que esto ha sucedido en muchos años. Y en vez de aprovechar la oportunidad nos estamos farreando la posibilidad de tener relaciones estables y llegar a un pacto ahora. Porque cuando Bolivia vuelva al ritmo de los presidentes semestrales va ser imposible lograr cualquier tipo de acuerdo. Por eso creo, que lo que hizo Alfredo Moreno y Sebastián Piñera, fue en cierto sentido completamente suicida. Y la frivolidad, que fue realmente el sello del gobierno de Piñera tiene costos muy altos, y uno de los costos altos que vamos a pagar es que Bolivia estuvo dispuesto y tuvo una agenda de 13 puntos que trabajó con la presidenta Bachelet, y que fue desechada de una manera lamentable por una especie de soberbia y de falta de visión. Y aquí no importa mucho quien tiene la razón o no, Chile tiene razón que este territorio lo ganó en la guerra, y las guerras son las guerras, pero la razón aquí es bastante menos interesante que las posibilidades. Las posibilidades de futuro que nos abre un acercamiento con Bolivia y un “entrar adentro de América Latina”, en una especie de centro y corazón de América Latina son infinitas, y es un suicidio lo que estamos cometiendo como país”.

4.- Alberto Moreno, Poeta y Antropólogo: “Chile se funda en la Negociación y el ocultamiento”.

“Del mar espero barcos, peces, olas…” Así comienza un poema de Enrique Lihn. Así comienzan también estas líneas. El problema de Chile es -y ha sido- la negación. De ahí también la pregunta por antonomasia: El por qué de esa negación, de este largo, feroz y enfermizo ocultamiento de su ser, su composición, dicho en un lenguaje actual, expresaremos: Chile se funda en la negación y el ocultamiento de su identidad más profunda; indígena, mestiza y campesina. Desde el inicio del conflicto, desde el fin de la famosa guerra y ese antiguo nuevo orden territorial, que los estados nacionales involucrados ocultaron el problema, y así, lo han negado. Hoy es una crisis, y la siguen negando. No han entendido que las fronteras tienden a moverse, y que la cultura es esencialmente dinámica, movimiento, cambio. Y que un tratado de hace 150 o 100 años, puede ser hoy una pieza de museo. Pero esa negación es real sólo en la administración central del Estado, en Palacio. Ya sea en Lima o Santiago. Esa realidad negada desaparece en el norte, en la frontera múltiple, en la región misma del problema este.

Vayan y pregunten a los vecinos de Arica e Iquique, son estos quienes conviven con sus pares de Bolivia y Perú. No creo que entre ellos haya problemas limítrofes o tratados en conflicto por dirimir. Ellos cruzan la frontera día a día, comercian, se conocen bien, se apoyan, celebran fiestas religiosas, bailan, y se casan unos con otros. Mar para Bolivia… por supuesto que sí; nadie en sano juicio puede dudarlo un segundo. Ningún adulto, en uso de sus facultades mentales, podría negarlo. Una de las experiencias humanas más intensas y hermosas es caminar por la orilla del mar y una playa. Tener el crepúsculo frente a los ojos con el mar de fondo, y en invierno, escuchar la tormenta, ver las olas atacar las rocas y sentir cómo se estremece el corazón. Los hermanos bolivianos deben insistir hasta llegar al mar. Es parte de la felicidad de la vida”.

5.- Max Berrú, Músico y Fundador de Inti Illimani: ”Más que Ecuatoriano o Chileno, soy Latinoamericano”.

“Como Inti Illimani, como músico, siempre me dediqué a difundir la cultura Latinoamericana, porque me siento un latinoamericanista, más que Ecuatoriano o Chileno, yo soy Latinoamericano. Y eso me hace pensar que Bolivia como pueblo hermano, merece una salida al mar, merece tener un mar para su desarrollo, y Chile con tantos miles de kilómetros de mar, no es capaz de cederle a este país hermano, un pedazo de tierra para que tengan su propio puerto y puedan desarrollarse económicamente. Creo que la mayoría de los artistas y músicos Chilenos estamos de acuerdo en que Bolivia tiene derecho al mar, y vamos a seguir luchando para que algún día, en los tribunales internacionales, obtengamos este deseo de entregarle salida al mar, y dejemos de hacer el ridículo como Chilenos en la Corte Internacional de la Haya, pues esta vez realmente fue ridículo y vergonzoso el papel de Chile, debiendo abrirse a la posibilidad de darle de una vez por todas mar a Bolivia”.

Salimos de la casa de Max en Ñuñoa, a pocas cuadras de la mía, bajo un limpio cielo con algunas estrellas hacia el Poniente, en dirección a la Costa Chilena y se nos viene a la memoria aquellos versos de Neruda: “Sin embargo sería delicioso asustar a un Notario con un lirio cortado”.

El notario se encuentra lejos, en los Países Bajos, pero su presencia se acerca cada vez más, por lo que nos preguntamos, no es momento de regalar lirios, antes que sea el Notario el que nos asuste nuevamente a nosotros, los Chilenos, que le hemos dado la espalda muchas veces a nuestros propios países hermanos.

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile