El Gobierno impuso que en julio de 2016 se deben tener despachados al congreso todos los proyectos de ley que componen la Reforma Educacional, situación que fue ratificada por el comité político.

Una meta ambiciosa si se toma en cuenta que dos de estas iniciativas, como son desmunicipalización y la reforma a la Educación Superior, ni siquiera se han enviado al parlamento, luego de una serie de postergaciones.

Al respecto, la diputada Yasna Provoste (DC), aseguró que el Ministerio de Educación equivoca la mirada, al enfocar en los plazos el éxito de la reforma, agregando que lo relevante es que las iniciativas cumplan con los objetivos que se trazó la Nueva Mayoría respecto a esta materia.

Por su parte, para el diputado independiente Gabriel Boric, el tema de los plazos es algo secundario y lo importante “es que no se haga con expertos concertacionistas que defienden el modelo que queremos cambiar, sino con los estudiantes y académicos que han hecho posible que hoy estemos discutiendo sobre la reforma educacional”, dijo el legislador criticando el rol del Consejo Consultivo para la Educación Superior.

En tanto, desde la Alianza, la diputada UDI e integrante de la comisión de Educación, María José Hofmann, calificó de irrisorios los plazos establecidos por el gobierno, un día después de que el propio ministro Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, reconociera errores en la tramitación de la reforma.

Uno de los proyectos que está siendo víctima de los plazos del Gobierno, es el de Carrera Profesional Docente, el cual se está votando en particular en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y que mañana debe ser despachado.