En paro están las manipuladoras de alimentos de la Región del Bío Bío por mejoras en sus condiciones laborales, en medida que afecta directamente a los estudiantes que reciben la alimentación en sus establecimientos. Desde la Junaeb y la Seremi de Educación guardaron silencio una vez más.

Son las “tías de la cocina” que todos conocimos en nuestro paso por la enseñanza básica y media. Mujeres que a diario preparan los alimentos para cientos de estudiantes de la zona, y que dicen que ya no dan para más en sus condiciones laborales.

Contaron, por ejemplo, que su remuneración líquida no supera los 210 mil pesos, ya que de los 254 mil recibidos deben ocupar en transporte. A esto se suma que cuando las empresas dejan -literalmente- “botados los contratos licitados” son estas trabajadoras las que se quedan de brazos cruzados.

Ni siquiera el Estado ha cumplido sus acuerdos con el gremio, alegan, por lo que iniciaron un paro indefinido a nivel nacional, que afecta en la Región a cerca de 1.000 manipuladoras de alimentos, por lo que no se están entregando alrededor de 70 mil raciones.

La directora de la Federación Nacional de Manipuladoras, Sandra Alvarado, lamentó que la Junaeb haya contratado a personas de proempleo y a apoderados para hacer la comida a los niños, lo que es, a todas luces, improcedente, alegó la dirigenta.

El ruego de las manipuladoras es a la comprensión de las comunidades escolares.

Desde Junaeb de la Región del Bío Bío remitieron un comunicado “tipo” que si bien se titula “Aclaración”, aclara poco y nada respecto al problema que dio origen a esta movilización.

Radio Bío Bío intentó conversar con la directora de la repartición, Karina Silva, quien una vez más se negó a una entrevista, y no por temas triviales, sino por cuestiones tan sensibles como ayer lo fue el pase escolar que afecta el bolsillo de miles de apoderados, y que hoy es la alimentación que involucra el bienestar de los niños y jóvenes de la zona.

El conflicto de las manipuladoras de alimentos continuará. Y si bien se trata de una negociación nacional, presenta problemas reales y particulares que afectan a las trabajadoras de toda la Región, por lo que se hace infructuoso que las autoridades sigan, como la avestruz, escondiendo la cabeza.