Una fuerte polémica relacionada con la Copa América se desató en Colombia durante los últimos días.

Lo anterior, luego que el reconocido periodista deportivo argentino, Elio Rossi, tildara a la selección ‘cafetalera’ de “banda de malparidos”.

El hecho ocurrió ‘al aire’ el pasado domingo durante la emisión del programa ‘Fútbol Permitido’ del canal de la Televisión Pública de Argentina, en el momento en que los panelistas analizaban la sanción que dejó al brasileño Neymar sin Copa América.

“Quiero decir en castellano dos cosas. Creo que Zúñiga y la banda de malparidos que cazaron, con z, a Neymar, debieron ser expulsados”, inició tajante su discurso Rossi.

En la misma línea, el periodista puntualizó que “hay una mirada siempre hacia el lobo con piel de cordero que dirige a Colombia, que porque tiene cara de bueno es un cordero. Pero es la piel. Eso no fue una casualidad. Lo fueron a buscar (a Neymar)”.

“Quiero decir que si a Argentina le llega a tocar jugar con Colombia ese grupo de malparidos lo irá a buscar a Messi. Y le va a hacer la vida imposible”, agregó.

Pero no fue todo. Rossi volvió a defender a ‘Ney’ y explicó que “me indignó que Zúñiga le pegara. Y además creo que Neymar fue un caballerazo planteándole ‘después me llamás por teléfono para pedir disculpas’… Ese tipo que lo fue a buscar casi lo deja lisiado en el Mundial y después lo llama ¡Un cara dura!”.

Como era de esperar, estos dichos provocaron gran conmoción en Colombia, donde obviamente se repudió el actuar del trasandino.

Por lo mismo, el periodista decidió por medio de su blog entregar sus explicaciones. A continuación, te invitamos a revisar sus palabras.

Estimados colombians boys, calma. No los insulté. Para el “castellano-argentino-argento” INSULTAR es decir, por ejemplo: “la reputís…madre que te p…”; ó, también “la recalcada con…de tu hermana”. No uso insultos mientras trabajo.
Sé, no obstante, que como dijo el Negro Fontanarrosa, las malas palabras muchas veces no solo son las que mejor expresan una idea-sentimiento, sino que pueden constituirse derecho viejo en irreemplazables.
Pero insultar por insultar, no. Menos trabajando. Menos por televisión, radio o escribiendo. Sería la derrota del pensamiento.
Aplicable al fútbol, malparido, para mi (hablaré por mì), es mala-leche; mal intencionado; golpeador; que quiere lastimar al adversario.
Me importa, quiero decirlo claramente (¡gracias FONTANARROSA!), me importa UNA MIERDA que camiseta lleve el sujeto en cuestión. Puede ser campeón del mundo y, además, argentino por poner un ejemplo.
Cuando Oscar Ruggeri fue a quebrar a José Luis Félix Chilavert en cancha de Vélez jugando para San Lorenzo, actuó con la intención descripta.
Cuando Julián Camino sacó del partido a los 3 minutos al peruano Franco Navarro en las Eliminatorias del 86, también.
Cuando Schumacher le metió la patada voladora a Battiston en la semi del Mundial de España en el 82 y casi lo saca del fútbol, tuvo un acto criminal. Por más alemán que sea.
Alemán, francés, italiano, vasco (¿se acuerdan de Andoni Goikoetxea a Maradona?), argentino o colombiano como Zúñiga, con su rodillazo sobre la espalda de Neymar en el mundial.
Y con el “trabajo” sobre el crack brasileño de la otra tarde.
Todos los que pegan como los descriptos anteriormente, han tenido actitudes execrables. TODOS.
NO IMPORTA LA CAMISETA. NO IMPORTA LA NACIONALIDAD.
Si importa que les quede claro a Uds, colombianos, que NO LOS INSULTÈ.
De haber sabido que MALPARIDO para vosotros, tiene un significado mucho más fuerte en el idioma de todos los dias, JAMÁS lo hubiese usado.

Ofrece nuestra lengua numerosas posibilidades de sinónimos. Así que lamento el revuelo.
Más lamento la salida de Neymar de la Copa, que sirvió además para que los infames viejos vinagres de la Conmebol (que están haciendo disputar una Copa por cuyos derechos
de televisión se pagaron CIEN MILLONES DE DÓLARES EN COIMAS), se hagan los justicieros.
Soy apenas un periodista con 30 y pico de años laburando de esto. En Corporaciones o como Free Lance.
No me siento el centro de la escena. Apenas opino. Y cada vez me da más la sensación de que opino agua tibia. Tan solo descripciones de conductas.
Por eso AGRADEZCO infinitamente los llamados y las invitaciones de radios y canales para charlar sobre este tema.
No siento que dé para tanto. Lo digo con total sinceridad.
Se trata solo de una palabra (malparido) que tiene un valor en el sentimiento de una sociedad (la colombiana) y otro diferente para mi, cuando la usé en el contexto del fútbol (mal) intencionado de Zúñiga.
Espero, de corazón, que éstas líneas sean aclaratorias.
Fuerte abrazo y estaremos pendientes del juego del jueves.