El operador de cable estadounidense Charter Communications anunció el martes la compra de su rival Time Warner Cable en 78.700 millones de dólares, lo que llevará a la creación de un gigante del sector en Estados Unidos.

La operación implicará que Charter pagará alrededor de 195 dólares por cada acción de TWC, de los cuales 100 en efectivo.

Si finalmente tiene éxito, la fusión marcará una nueva etapa en la consolidación de un sector amenazado por el ascenso del mercado de los servicios de video en línea (Netflix, Amazon, etc.).

El sector se halla en plena mutación en Estados Unidos, pero ello no ocurre sin tropiezos. El número uno del sector, Comcast, tenía previsto inicialmente fusionarse con TWC, pero las autoridades reguladoras estadounidenses bloquearon la operación.

Charter también anunció el miércoles que rectificaba su acuerdo con los propietarios de otro cableoperador estadounidense cuya compra había anunciado el 31 de marzo, Bright House, con el fin de armonizar ambas operaciones.

Finalmente, los actuales accionistas de TWC (con excepción del grupo Liberty) se quedarán con entre el 40 y el 44% del nuevo grupo; Liberty (propiedad del multimillonario norteamericano John Malone y gran accionista de Charter) tendrá entre 19 y 20%, mientras que los accionistas de Advance/Newhouse (propietarios de Bright House) se quedarán con entre 13 y 14%.