Por dos días trabajará en la bahía de Quintero un robot que tomará fotografías y muestras en el fondo marino, para determinar si existe presencia de petróleo a 200 metros de profundidad tras el derrame del 24 de septiembre.

Esto forma parte de las medidas adoptadas por la Superintendencia de Medio Ambiente, producto del vertimiento de hidrocarburos en el mar.

El robot ROV, adquirido en Alemania en 2013 y que hasta ayer se mantenía en la zona de explotación salmonera en la región de Los Lagos, inició el trabajo entre la puntilla Sanfuentes y la central termoeléctrica frente a Codelco, con el fin de evaluar los daños que generó el desastre ecológico.

Si bien la profundidad a la que trabajará la máquina es de 200 metros, se informó que su tecnología permite que sea operado hasta 500 metros de profundidad y es controlado desde la superficie por embarcaciones que siguen su monitoreo.

Los trabajos desarrollarán en 10 puntos establecidos para la revisión del fondo marino, afectados por el derrame.

El superintendente Cristián Franz señaló que junto a la Autoridad Marítima se trasladó este robot submarino hasta la zona del desastre ambiental para colaborar en las labores de limpieza y análisis de las aguas, el que permitirá acercarse a la cuantificación del daño ocasionado luego de la rotura del flexible de transferencia del buque tanque Mimosa.

En tanto el gobernador marítimo de Valparaíso, capitán Cristián Gálvez, sostuvo que las tareas de limpieza de restos y trazas de petróleo ya han tomado varias semanas, añadiendo que los resultados de las muestras que obtenga el robot podrían incluirse en la indagatoria que desarrolla la autoridad marítima.

Además, detalló que se pidieron peritajes adicionales a empresas, por lo que no se descarta que se amplíe el plazo de 20 días para la investigación.