La Comisión de Transporte del Colegio de Ingenieros de Chile expresó que el Plan de Ciclovías de Alto Estándar, anunciado por la Presidenta Michelle Bachelet, el 22 de septiembre pasado, no parece particularmente auspicioso y de no ser enfrentado a la brevedad, su construcción podría ser más parte del problema que de la solución.

La Comisión de los ingenieros recordó que con motivo del Día Mundial sin Autos, la Jefa de Estado, anunció la construcción de 190 kilómetros de ciclovías de alto estándar en 15 regiones, beneficiando a 32 ciudades en todo el país.

Dichos profesionales expresaron que el Plan “no sólo contemplará la construcción de los 190 kilómetros anunciados, sino que también incluye una serie de medidas para facilitar el uso de la bicicleta. Una de ellas es la modificación de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones que permitirá contar con estacionamientos para bicicletas en edificios o cerca del Metro”.

“A juicio de esta Comisión de Transporte, la medida señalada apunta en la dirección correcta, no obstante se hace complejo argumentar en forma positiva y amplia en esta materia”, manifestaron los ingenieros.

A su parecer, son varias las razones para observar la medida señalada, al menos, con reserva. Y agregan que “en este anuncio sobre un Plan de Inversión en Ciclovías, se espera un detalle que considere cuáles serán sus objetivos, de acuerdo a la ciudad en que se construyan; para propósitos de transporte, esparcimiento o ambos, relacionados con su tamaño, topografía, localización geográfica entre otros”.

Agregaron que “este Plan, parece contemplar vías estándar, en consecuencia sería importante que también se refiera a la necesidad de resolver la falta de estandarización en las ciclovías existentes, las que han sido construidas de acuerdo a proyectos particulares de cada Municipio”.

“Por otra parte, -dijeron- hablar de ciclovías es hablar de bicicletas y a este respecto la institucionalidad está lejos de presentar un estado satisfactorio”, agregando que “el Código del Transito establece que la bicicleta es un vehículo, sin embargo estás no son identificables por una placa patente u otro método y su conductor no porta un documento que lo habilite para conducir un móvil como este, como así se le exige a los restantes conductores que ocupan nuestras vías”.

“Pero las bicicletas no solo son vehículos de transporte de pasajeros, son artículos deportivos y también juguetes. ¿Que consideran las instituciones relacionadas al respecto?, aparentemente nada”, dijeron los ingenieros.

Agregaron que “la arista social de este tema, aparece como la más complicada, puesto que los cultores de la bicicleta, promueven su utilización desde una altura moral de tal magnitud, que bloquea completamente el diálogo con los otros autores interesados, entre otros, autoridades y conductores de vehículos motorizados”.

Los ingenieros manifestaron que “la situación resultante, es cercana a la anarquía, toda vez que los ciclistas arriesgan sus vidas al transitar por las calles” y agregaron que, sus “conductores hacen gala de una pobre cultura conductiva y pareciera que la respuesta a ello es sentirse autorizados para viajar por las veredas, no utilizar los implementos de seguridad, los que sí están contenidos en las normas, circular contra el tránsito, no respetar la señalización entre otros y como corolario, dialogar con la autoridad desde una postura irreductible”.