La policía de Hong Kong comenzó a primera hora del lunes a retirar las barricadas erigidas hace más de quince días por los manifestantes prodemocracia.

Los agentes comenzaron a desmantelar las barricadas en las inmediaciones del principal lugar de las protestas, el barrio Admiralty, tomando por sorpresa a los manifestantes, cuyo número había disminuido durante la noche.

Según las imágenes de televisión, los policías, que no vestían sus equipamientos antidisturbios, se desplegaron en Admiralty y en Mongkok.

Los manifestantes, encabezados por movimientos estudiantiles, protestan contra la decisión de China de controlar los candidatos de los próximos comicios locales, en 2017, que se celebrarán por sufragio universal.

A pesar de los numerosos llamamientos de las autoridades para que se dispersaran, los manifestantes prolongaron sus protestas en varios puntos de esta excolonia británica, donde instalaron acampadas que atrajeron a miles de personas estos últimos días.

El jefe del ejecutivo local, Leung Chun-ying, a quien los manifestantes piden también su dimisión, declaró el domingo que estos no tienen “prácticamente ninguna posibilidad” de que Pekín acepte sus peticiones.

Tras las críticas contra los agentes del orden por usar gases lacrimógenos y pimienta contra los manifestantes en septiembre, Leung declaró que, si el gobierno debía desalojar las acampadas, la policía recurriría “mínimamente a la fuerza”.