El papa Francisco instó este jueves a la comunidad internacional a alcanzar un compromiso mundial contra el comercio de armas y la migración forzada.
“Todo el mundo habla de paz, todos declaran esa pretensión, pero por desgracia la proliferación de armas de cualquier tipo conduce en la dirección opuesta”, advirtió el pontífice al recibir en el Vaticano a siete nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede.
“El comercio de armas tiene el efecto de complicar y evitar la resolución de conflictos, en cuanto se desarrolla e implementa en gran parte fuera de la legalidad”, agregó el papa.
“Podemos unir nuestras voces”, clamó el papa argentino a la comunidad internacional para que se abra “una nueva era en el compromiso concertado y valiente” contra el crecimiento de los armamentos y su reducción, dijo.
Ante los nuevos representantes diplomáticos de Suiza, Liberia, Etiopía, Sudán, Jamaica, Sudáfrica y la India, el papa mencionó también otro “reto de nuestro tiempo”, el de la migración forzada, el cual pone en peligro también la paz mundial.
Las historias de esos emigrantes “nos hacen llorar y también avergonzarnos”, afirmó Francisco al recordar las “torturas, los abusos de todo tipo que padecen, para morir luego en el desierto o en el fondo del mar”, dijo.
El jefe de la Iglesia católica, hijo de italianos que emigraron a Argentina, pidió recientemente que se unan las fuerzas para prevenir “las vergonzosas tragedias” de los inmigrantes que pierden la vida en el Mediterráneo, después de los últimos naufragios en los que han fallecido decenas de personas que intentaban llegar a Italia.
“Llegó el momento de encarar el problema con una mirada política seria y responsable en todos los niveles: mundial, continental, por grandes regiones, entre Estados hasta llegar al nacional y local”, insistió.