El Consejo de Seguridad de la ONU amenazó el jueves con aplicar sanciones contra las fuerzas gubernamentales y los rebeldes de Sudán del Sur que sean responsables de abusos en una guerra civil que ha dejado miles de muertos.
En una declaración unánime con un tono particularmente duro, los miembros del Consejo expresaron su “horror y enojo” por la matanza la semana pasada de cientos de civiles en la ciudad de Bentiu (norte), atribuida por la ONU a los rebeldes, quienes culpan a su vez a las tropas gubernamentales y sus aliados.
El Consejo exigió el fin de “todos las violaciones de derechos humanos y abusos”, y dijo que estaba listo para “considerar medidas apropiadas contra aquellos responsables” de la violencia, aludiendo a posibles sanciones contra ambas partes del conflicto.
Los 15 integrantes del órgano pidieron al presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y su ex vicepresidente, Riek Machar -quienes desde mediados de diciembre se disputan el poder- que declaren públicamente que “todo ataque contra civiles es inaceptable” y sancionen a los culpables. Les exigen también que pongan “fin inmediato a la violencia” y vuelvan a negociar.
El Consejo está listo para “tomar medidas complementarias si continúan los ataques contra los civiles y las violaciones del acuerdo de cese de hostilidades”, alcanzado por las partes pero nunca aplicado, agregó el organismo.
Durante conversaciones a puerta cerrada sobre el tema que tuvieron lugar el miércoles, varios miembros del Consejo -incluidos Estados Unidos y Francia- se manifestaron a favor de la aplicación de sanciones, pero el organismo no tomó una decisión formal.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, publicó este jueves una declaración en la que confirma que es favorable a las sanciones.
El Consejo de Seguridad debe “actuar contra aquellos que continúan perjudicando los esfuerzos de paz y rápidamente poner en marcha un régimen de sanciones apuntando hacia aquellos que obstaculizan el proceso de paz y los responsables de atrocidades”, dijo Power.