Manifestantes favorables a Rusia tomaron este domingo el control de edificios oficiales en el este rusohablante de Ucrania, entre ellos los locales de la administración provincial de Jarkov y de Donetsk, dos de las mayores ciudades de esta región fronteriza con Rusia.

En Donetsk, ciudad con más de un millón de habitantes, los manifestantes exigieron la convocatoria de un referéndum sobre su adhesión a Rusia, observó la AFP.

Las tomas de control de los edificios se hicieron sin violencia. Las fuerzas de seguridad resistieron brevemente en Donetsk durante la tarde, ante manifestantes con el rostro cubierto, que trataban de arrancarles sus escudos, antes de abandonar el sector.

En Jarkov, con 1,4 millón de habitantes y donde los manifestantes tomaron un edificio al caer la noche, se retiraron rápidamente para situarse a medio centenar de metros de distancia.

En ambos casos, los manifestantes colocaron la bandera de color blanco, azul y rojo rusa en el lugar de las ucranianas azul y amarillo. Desplegaron una banderola “República de Donetsk” en la fachada de la administración de esta ciudad.

En las regiones del este de Ucrania, mayoritariamente rusohablante, registran cada domingo desde que el presidente Vicktor Yanukovich, favorable a Rusia, fuera derrocado el pasado 22 febrero manifestaciones a favor de una “federalización” de Ucrania -solución oficial avanzada por Moscú- o su incorporación al gran vecino ruso.

El presidente ruso Vladimir Putin se comprometió a “defender por todos los medios” a las poblaciones rusohablantes de las repúblicas que formaron parte de la Unión Soviética.

El presidente ucraniano interino, Alexander Turchinov, aplazó debido a la situación una visita a Lituania, anunció la presidencia. El ministro del Interior, Arsen Avakov, acusó por su parte en su página en la red social de Facebook a “Putin y a Yanukovich de haber dirigido y pagado estos disturbios separatistas”.

El favorito en los sondeos para la elección presidencial ucraniana, Petro Poroshenko, citado por la agencia Interfax-Ucrania, estimó que los acontecimientos del domingo tenían como objetivo hacer “anular o aplazar” la elección presidencial anticipada prevista el 25 de mayo, algo que aseguró “no ocurrirá”.

En Donetsk, los manifestantes llevaban carteles que decían “Donetsk, ciudad rusa” y “OTAN go home”.

Barricadas de neumáticos

Una vez tomado el edificio en Donetsk, levantaron barricadas para proteger el lugar, entre otros con neumáticos, y exigieron a los cargos electos que celebraran una sesión extraordinaria sobre la convocatoria de un referéndum. En caso contrario, amenazaban con designar a su propio “consejo del pueblo” para hacerlo.

La fiscalía de Donetsk indicó a la AFP que abriría una investigación sobre la toma del edificio.

Por otra parte, los manifestantes protestaron frente a un edificio de los servicios de seguridad ucranianos (SBU) en otra gran ciudad del este del país, Lugansk, también después de un mitin prorruso, constató un fotógrafo de la AFP.

Algunos manifestantes encapuchados pedían la liberación de los militantes prorrusos detenidos durante las anteriores manifestaciones. Primero tiraron huevos y luego piedras contra el local del SBU, rompiendo los vidrios.

La policía trató en vano de dispersarlos con gases lacrimógenos. Los manifestantes lograron romper la puerta de entrada y algunos entraron en los locales, al menos un tiempo, pero la situación permanecía incierta a principios de la noche.

Desde la caída del gobierno prorruso a raíz de unas manifestaciones proeuropeas y al precio de sangrientas protestas en la capital Kiev, la tensión es fuerte en el este, donde varias personas han muerto en manifestaciones, y en el sur de Ucrania.

La crisis entre Rusia y Ucrania tuvo como consecuencia la incorporación de la república de Crimea a Rusia tras un referéndum que el gobierno ucraniano y los países occidentales no reconocen.