El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, acusó el viernes al presidente sirio, Bashar al Asad, de haber “cometido numerosos crímenes contra la humanidad”, al tiempo que Rusia y Estados Unidos proseguían sus negociaciones sobre el control internacional del arsenal químico sirio.
La declaración de Ban arroja una sombra sobre las conversaciones entre los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y de Rusia, que proseguían en Ginebra, con la esperanza de que un avance sobre el control de armas químicas facilitará la celebración de una conferencia de paz.
En Nueva York, Ban Ki-moon estimó que el informe de expertos de la ONU confirmará “de manera concluyente la utilización de armas químicas” en Siria, aunque no atribuyó directamente la responsabilidad de su utilización al régimen sirio. Sin embargo, acusó claramente al presidente Bashar al Asad de haber “cometido numerosos crímenes contra la humanidad” y dijo estar “convencido de que los responsables rendirán cuentas cuando todo haya acabado”.
Se espera que el informe de los expertos de la ONU que investigaron en el lugar de los hechos las acusaciones de masacre con armas químicas el pasado 21 de agosto, cerca de Damasco, esté listo el lunes, según París. Su mandato no prevé sin embargo que identifiquen a los responsables del ataque.
Las conversaciones en Ginebra, que empezaron el jueves y durarán al menos dos días, y en las que participan expertos en materia desarme, se centran en la manera de colocar las armas químicas de Siria bajo control internacional. Pretenden evitar una posible intervención militar de Estados Unidos y Francia como castigo a la masacre cometida con armas químicas el 21 de agosto, atribuida por los estadounidenses al régimen de Asad.
Las primeras conversaciones del jueves se desarrollaron en una atmósfera “constructiva”, aseguraron responsables estadounidenses.
El secretario de Estao norteamericano, John Kerry, dijo en esa ciudad suiza que “ambos (él y Lavrov) acordamos [...] reunirnos nuevamente en Nueva York más o menos cuando se celebre la Asamblea General de la ONU, alrededor del día 28, para ver si es posible encontrar una fecha para esa conferencia” de paz sobre Siria.
Las conversaciones seguirán el sábado en Ginebra, anunció una portavoz rusa. “Expertos rusos y estadounidenses, entre ellos el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Raibkov, prosiguen con las conversaciones” el viernes por la noche, indicó esta portavoz de Lavrov, Maria Zajarova.
El jueves, el presidente sirio se comprometió a enviar a las Naciones Unidas los documentos para adherirse a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas, pero con condiciones: que Estados Unidos deje de “amenazar” con una intervención militar y que cese de “dar armas” a los rebeldes.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo este viernes que esta decisión de Siria es un “paso importante” hacia una solución de la crisis en el país. “Creo que debemos felicitarnos de esta decisión del gobierno sirio”, dijo en una cumbre regional en Kirguistán.
Sin embargo, en su edición del viernes, The Wall Street Journal, afirma que el régimen sirio empezó a diseminar su arsenal químico en cincuenta lugares diferentes para complicar las labores de control.