Alexis Sánchez está enfrentando, quizás, su momento más complicado desde que llegó al Barcelona. No es titular y tiene que pelear por ganarse un puesto, es criticado por la falta de gol – lleva 5 en la temporada – y crecen los rumores en torno a una inminente partido a la Juventus. Él prefiere ponerle paños fríos a los rumores y se toma las cosas con calma.
En conversación con el diario español La Vanguardia, el chileno parte aclarando que está tranquilo “concentrado en los partidos de Champions, que quiero ganarlos y quiero cumplir mi contrato, que acaba en el 2016. Yo estoy bien”, evitando referirse en profundidad a su posible partida del Barcelona para llegar a la “Juve”.
El chileno reconoce que el cuadro “culé” ha crecido como persona, por las experiencias que le ha tocado vivir y también ha adquirido una nueva forma de entender el fútbol. “Para mi el Barça es una enseñanza como club. Este es un club que te enseña mucho, como persona y como jugador, un club que a la vez te cuida, y en el que espero aprender lo máximo que pueda y exigirme también al máximo”.
En cuanto a este constante aprendizaje, el “Niño Maravilla” sabe que no es el mismo jugador que llegó cuando estaba Pep Guardiola, ha crecido en lo humano y que ha ido aprendiendo dentro del campo de juego, “porque no es sólo jugar a fútbol,
es aprender nuevamente a jugar a fútbol. Hay cosas que yo no puedo hacer pero que tengo que tratar de hacer para apoyar al equipo. En el Barça siento que estoy aprendiendo a jugar de nuevo a fútbol. Lo que ya sabía lo tengo que volver a hacer desde el principio, como si recién empezara a jugar a fútbol, claro que agregando mis cualidades”, reconoció.
Alexis se ganó críticas cuando – luego de haber estado presente en la selección para el compromiso ante Perú por las clasificatorias – manifestó que se siente un “jugadorazo”, hoy explica por qué lo dijo en su momento. Fue en un momento en el que estaba muy caliente, muy enfadado porque teníamos un encuentro muy importante contra Uruguay, y me lo perdía por doble amarilla, y salí enfadado, y oía cosas y cuando llegué al aeropuerto dije algo que no tenía que decir, o que tenía que expresar de otra manera, pero lo hice muy mal para la gente y muy mal para mí también. No tenía que haberlo dicho, pero ya no hay vuelta atrás, por eso digo que es mejor no hablar”
Este es el presente de un Sánchez que se siente cómodo en España, le gusta ser parte del Barcelona y está consciente que tiene que seguir luchando para ganarse su espacio en el mejor equipo del mundo.