Expresando su gratitud y cercanía hacia Benedicto XVI, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, descartó de plano que la renuncia del Papa se encuentre vinculada a los escándalos y las fuertes críticas que ha recibido la Iglesia Católica en el último tiempo.
“Si hay alguien que ha sido muy valiente y que ha indicado camino muy claro a la Iglesia es justamente el Papa Benedicto XVI”, aseguró Ezzati, aclarando que la decisión de Joseph Ratzinger se ajusta al Derecho Canónico.
En este sentido, el prelado manifestó el derecho que tienen los pastores de “llevar adelante nuestro ministerio con salud y también con toda la fuerza que viene de nuestra naturaleza humana”.
El arzobispo también destacó el papel desempeñado por Benedicto XVI al mando de la Iglesia. “Nos ha regalado una sabiduría muy grande, expresada fundamentalmente en las tres grandes encíclicas que él nos ha dejado y, al mismo tiempo, con la enseñanza de una fe que está llamada a responder a los desafíos de este tiempo moderno”, agregó Ezzati.
Junto a ello, también destacó la actitud de Ratzinger como máximo representante del catolicismo en contraste con el perfil duro que se le atribuía antes de asumir en el puesto.
“El Papa, a pesar de que muchos pensaban cuando fue elegido que iba a ser un Papa conservador, ha sido un Papa sumamente abierto a la cultura contemporánea”, aseguró el arzobispo, agregando que, junto con Pablo VI, es uno de los pontífices que “con mayor profundidad ha penetrado en la cultura contemporánea”.
Por su parte, el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, resaltó el rol que jugó el Papa Benedicto XVI con todas las víctimas de la pedofilia por parte de los propios miembros de la Iglesia Católica a nivel mundial, y se refirió a la forma como será recordado tras su pontificado.
De acuerdo al vocero de El Vaticano, Federico Lombardi, una vez que se cumpla el plazo de la renuncia del Papa Benedicto XVI, éste se retirará a la residencia de Castel Gandolfo, donde permanecerá mientras se cumple el período de Sede Vacante para dar paso al cónclave de cardenales que deberá elegir al sucesor su sucesor.