Un tribunal de Moscú ordenó este viernes el mantenimiento en detención hasta enero de 2013 de las tres integrantes del grupo punk Pussy Riot, detenidas desde hace más de cuatro meses por cantar una “oración” contra el presidente Vladimir Putin en la catedral de Moscú.

Siguiendo el pedido de la fiscalía, el tribunal ordenó que sigan detenidas durante seis meses más Nadejda Tolokonnikova, de 22 años, Ekaterina Samutsevich, de 29, y Maria Alejina, de 24, pasibles de hasta siete años de prisión por “vandalismo”, constató la AFP.

Las tres jóvenes están procesadas por haber improvisado el 21 de febrero en la catedral de Cristo Salvador de Moscú una “oración punk” titulada “María madre de Dios, echa a Putin”.

Esta “oración” despertó numerosas reacciones de desaprobación en un país que desde la caída del régimen soviético en 1991 presencia un rebrote religioso.

“Por supuesto apelaremos la decisión”, declaró a la agencia de prensa Interfax Mark Feiguin, uno de los abogados del grupo Pussy Riot, que denuncian una decisión política.

“Tengo la impresión que ya saben lo que quieren de este juicio y de qué manera quieren castigar a nuestros clientes”, declaró recientemente Feiguin a la radio estadounidense que emite en ruso Svoboda.

La próxima audiencia preliminar del juicio fue fijada para el lunes, precisó la portavoz del tribunal.

Durante esta audiencia los magistrados evaluarán las demandas de los abogados de la defensa que quieren citar como testigos a una teintena de personas, entre ellas al presidente ruso, Vladimir Putin, y al patriarca de Moscú y de toda Rusia, Kirill.

El patriarca de Moscú adoptó una posición extremadamente firme sobre este caso, y numerosos militantes ortodoxos pidieron castigar severamente a los participantes de este espectáculo “blasfematorio”.

Incluso la fiscalía se refirió al caso en el acta de acusación en términos religiosos evocando un “sacrilegio” cometido por tres mujeres que “insultaron” e “infligieron heridas morales profundas a cristianos ortodoxos”.

Pero numerosas personalidades rusas, reivindicando su pertenencia a la comunidad ortodoxa, defendieron a las tres acusadas.

A fines de junio, más de cien artistas rusos salieron en defensa de las jóvenes, publicando una carta abierta en la que pedían su liberación y consideraban que su proceso “desacredita el sistema judicial ruso”.