El papa Benedicto XVI recibió el sábado a la comisión encargada de esclarecer el escándalo de las fugas de documentos en el Vaticano y formada por tres cardenales retirados, según el programa papal comunicado por la Santa Sede.

Del encuentro no se filtró nada. Es la primera vez que se anuncia dicha entrevista desde el arresto del mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, el 23 de mayo.

La comisión está formada por tres cardenales, el español Julián Herranz, el eslovaco Jozef Tomko y el italiano Salvatore De Giorgi, todos de más de 80 años de edad.

El escándalo llamado “Vatileaks”, consistente en la filtración a la prensa italiana de cientos de documentos confidenciales desde enero, ha creado una crisis profunda en la Santa Sede, que se pregunta por el origen de las fugas.

Hasta ahora el único detenido fue el mayordomo del Papa. El sospechoso se habría apoderado de la correspondencia del sumo pontífice en la oficina del secretario particular de Benedicto XVI, Georg Gänswein, y la habría fotocopiado para transmitirla al exterior o a un cómplice en el interior del Vaticano.

La investigación se está llevando a cabo a dos niveles, policial y judicial. En este marco se desarrolla la investigación penal contra Paolo Gabriele, acusado de “robo agravado”. Los interrogatorios continuarán la semana próxima.

En paralelo se desarrolla la investigación efectuadas por los tres cardenales, dotados de amplios poderes. La comisión puede interrogar a quien quiera entre las 2.843 personas que trabajan para la Curia y las 2.001 que lo hacen para la administración. Y sólo ella puede interrogar a otros cardenales.

Sin que nunca fuera confirmado, la prensa italiana afirmó que al menos dos cardenales podrían estar en el origen de las fugas masivas, que parecen querer ventilar las recriminaciones contra el secretario de Estado y número dos del Vaticano, Tarcisio Bertone.