Con arresto carcelario quedaron las dos personas formalizadas tras la incautación de cerca de un kilo de marihuana y plantas de la misma especie, en dependencias de la casona 787 de Valdivia.

Pese a que el juez Jorge Rivas no dio a lugar la solicitud del fiscal Gonzalo Valderas de otorgar prisión preventiva en contra de los imputados por las causales de peligro para la seguridad de la sociedad y peligro de fuga, sí accedió al arresto temporal de ambos a la espera de que la Corte de Apelaciones resuelva si, mientras dura la investigación, los deja en la cárcel o bien cumplen medidas cautelares fuera del penal Llancahue.

Esto después que el profesional del Ministerio Público indicara que uno de los imputados, identificado como Iván Soto, haya tenido en su poder más de 900 gramos de marihuana más seis plantas en cultivo a quien formalizó por tráfico, y otro –Guillermo Binimellis- que formalizó por microtráfico y por proporcionar el inmueble para facilitar el delito del primero.

El juez Rivas decretó las medidas cautelares de arraigo regional y firma mensual, sosteniendo que ambos tienen irreprochable conducta anterior y que en este tipo de procedimiento pueden acceder a beneficios carcelarios, rechazando que uno de los imputados –que es arrendador y administrador del inmueble- haya facilitado el recinto para el desarrollo de tráfico de drogas, junto con refutar la proximidad de un liceo sea agravante, ya que aquello no es parte de la investigación.

En cuanto la cantidad de dosis que podían dar la cantidad incautada, el jefe de la Brigada Antinarcóticos de la PDI, comisario Alex Schwartzemberg, indicó que ésta podía llegar a las 5 mil.

La defensora penal Carole Montory señaló que al respecto no se va a referir, porque a su juicio hay consideraciones extras que hacer, como por ejemplo que acá no se está en presencia marihuana paraguaya prensada por ejemplo, sino que a marihuana proveniente de una planta, la cual se ha medido en gramos brutos y no netos.

Sobre los imputados, Soto es un egresado de Derecho y que es tesorero del Centro Cultural de Promoción Cinematográfica de Valdivia, y Binimellis, un ingeniero agrónomo pero que se dedica a la actuación, según manifestó Montory en la audiencia pública.