Un preso murió este jueves en un incendio desatado tras un enfrentamiento entre grupos de reclusos, en el penal de San Pedro Sula, norte de Honduras, que fue rápidamente controlado, informaron autoridades policiales.

“Una persona murió, se están haciendo las investigaciones, hay que esperar los resultados de las investigaciones; ya está todo controlado; el fuego y todo está controlado; hemos retomado el control” del penal, dijo a periodistas Walter Amaya, alto oficial de la Policía.

Los bomberos penetraron al inmueble para sofocar las llamas, mientras según imágenes de televisión, una columna de humo salía de uno de los módulos del penal de San Pedro Sula -segunda ciudad de Honduras, 240 km al norte de la capital-, que tiene una población de unos 2.250 reclusos y fue construido para 800.

En medio de la confusión, Félix Cruz, un reo que fue internado en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, relató que sintió “un disparo” y salió “a la guardia (del penal) a pedir auxilio”.

El incendio ocurre después de que Honduras fuera epicentro de una de las peores catástrofes carcelarias del mundo, el incendio registrado el 14 de febrero en el penal de Comayagua, con saldo de 361 reclusos muertos.

El 17 de mayo de 2004, 107 reclusos murieron en un incendio en el penal de San Pedro Sula, debido a problemas estructurales de la prisión, un caso que está incluso a consideración de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José.

El sistema penitenciario de Honduras es considerado una “bomba de tiempo”, pues las 24 cárceles existentes en el país, que tienen capacidad para albergar a 8.000 personas, albergan a unos 13.000 presos.