Quienes acuden al servicio de urgencia dijeron estar cansados de las largas horas de espera. Desde el centro hospitalario afirmaron que el problema radica en el hacinamiento provocado porque la mayoría de los pacientes son “no pertinentes”.

Cada paciente que ingresa hasta el Hospital Guillermo Grant Benavente es clasificado según cuatro niveles, de acuerdo a la gravedad de su situación.

Según aseguraron en el Hospital, cuando se trata de un paciente con una afección grave esta pasa inmediatamente, y lo máximo que puede tardar la atención es un par de horas.

Pero esa no es la versión de quienes acuden o son derivados hasta el recinto. Muy por el contrario denunciaron tener que esperar hasta cuatro horas, recibir malos tratos por parte de los guardias y convivir en un espacio insuficiente con quienes visitan a los enfermos.

Cuando ya eran cerca de las 3 de la tarde de este lunes, esta era la reacción entre los usuarios del Servicio de Urgencias de Adultos del Hospital Regional de Concepción.

Faltaban 10 minutos para las 4 de la tarde y una usuaria preguntó a quiénes se estaba ingresando… la respuesta fue a quienes entregaron sus fichas a las 11 de la mañana. Muchos adultos mayores, cansados de esperar se retiraban mientras otros reclamaban. También había quienes, cansados de tanta tardanza, dormían.

Consultado sobre el tema, el subdirector Médico del Hospital, Jaime Tapia, excusó la situación en la falta de espacio para atender a los pacientes, esto porque aún no concluyen los trabajos de expansión que incluyen una nueva área de Urgencias. Además, dijo que hay muchos pacientes que son “no pertinentes”, o sea, que no debieran ser derivados desde los centros de salud primaria y Cesfam.

El Servicio de Urgencias del hospital más grande Chile, cuenta con un cuerpo médico de 16 especialistas, con turnos las 24 horas del día. En cuanto al personal de seguridad, el doctor Tapia indicó que 18 de los guardias son propios y otros 138 pertenecen a una empresa externa. Asimismo indicó que la mayoría de los reclamos es por malos tratos desde personal, una situación, que aseguran, pronto cambiará.