La huelga de obreros en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro, el mayor de Brasil y probable sede de la final del Mundial-2014, continuará por tiempo indefinido hasta tanto sean atendidas las demandas sindicales, informó el martes a la AFP el líder de la protesta.
“Este movimiento no tiene un plazo definido, la huelga es indefinida. Si ellos (el consorcio constructor) quieren terminar esta situación lo más rápido posible, lo que tienen que hacer es sentarse a negociar”, señaló Nilson Duarte, presidente del sindicato de la construcción de Rio, Sitraicp, que llamó a paralizar las obras de modernización del estadio hace 13 días.
El dirigente reiteró las exigencias de los trabajadores, que incluyen un plan de salud y mejoras al servicio de alimentación, además de mayores controles de seguridad en la obra.
“Estamos con disposición para sentarnos y llegar a un acuerdo. Nuestro principio es trabajar, sólo que no podemos continuar de este modo. Pedimos condiciones dignas de alimentación, (de prevención de) accidentes, de seguridad en el trabajo”, destacó Duarte.
Los 2.300 obreros contratados para la obra acatan el paro, el segundo en poco más de un mes. Este martes, unos 1.200 trabajadores marcharon por la avenida Maracaná antes de decidir por unanimidad en una asamblea seguir con la huelga.
El consorcio a cargo de la remodelación del estadio de Maracaná -conformado por las gigantes Odebrecht, Delta Construcciones y Andrade Gutierrez- asegura que cumple con el acuerdo alcanzado tras la primera huelga.
“Se acordó el pago de un bono de alimentación, que rige desde el 1 de septiembre y que se pagará el 1 de octubre, y el seguro médico ya se contrató, pero ningún obrero firmó el contrato de adhesión precisamente porque como están en huelga no han venido”, señaló a la AFP una vocera de las constructoras.
El consorcio acudió a la justicia para que decida en los próximos días si la huelga es abusiva y obligue a los obreros a regresar a sus puestos de trabajo.
Las obras en el Maracaná están estimadas en más de 660 millones de dólares.
Brasil, que recibirá en 2014 la Copa del Mundo y en 2016 los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro, aún presenta importantes atrasos en la construcción y remodelación de sus estadios.