Los rebeldes libios, que conquistaron el viernes el principal paso fronterizo con Túnez, ganaron más terreno el sábado, sin lograr ubicar a Muamar Gadafi, cuya posible fuga a Argelia en automóvil seguía sin confirmar.
Los rebeldes afirmaron el sábado controlar “totalmente” el aeropuerto internacional de Trípoli, pero temían que aún quedaran en los alrededores combatientes gadafistas, como los que dispararon los cohetes que destruyeron tres aviones civiles el viernes.
“Ayer de noche, entre 60 y 80 coches del batallón de Jamis Gadafi”, uno de los hijos del coronel, “se fugaron”, indicó Moktar Lakder, comandante de la rebelión.
Combates esporádicos tuvieron lugar en el frente oriental y en Trípoli, mientras varios países instaban a la reconciliación y a evitar toda venganza.
Un convoy de seis coches blindados que podría transportar a altos responsables libios, incluso a Gadafi, pasó este viernes de Libia a Argelia, indicó una fuente militar rebelde libia a la agencia oficial egipcia MENA.
Sin embargo, un alto funcionario argelino de la región estimó el sábado que la frontera en el puesto argelino de Debdeb, frente a la ciudad libia de Gadamés, está abierta, pero el paso de un convoy que transportase a los Gadafi es “poco probable”, porque se los identificaría.
Argelia, que no ha reconocido al órgano político de la rebelión, el Consejo Nacional de Transición (CNT), “se niega a injerirse de ninguna de las maneras en los asuntos internos” de Libia, según declaró el viernes Argel, en su primera reacción oficial desde que los rebeldes controlan gran parte de Trípoli.
También en la parte occidental de Libia, hacia el norte de Gadamés, los rebeldes tomaron el control el viernes por la noche del puesto de Ras Jdir, fronterizo con Túnez, e izaron la bandera de la rebelión, informó una fuente gubernamental tunecina a la AFP.
En el frente oriental, la OTAN indicó el sábado que seguía bombardeando Sirte, un bastión del régimen, pero los gadafistas seguían disparando cohetes contra los rebeldes en la zona.
Según un colaborador de la AFP, los gadafistas también seguían resistiendo en Ben Yawad, a 140 kilómetros al este de Sirte, y bombardearon a rebeldes bloqueados en Ras Lanuf, veinte kilómetros más al este.
En este contexto, las Naciones Unidas, la Unión Africana (UA), la Liga Árabe y la Unión Europea instaron a todas las partes en conflicto en Libia a abstenerse de recurrir a represalias, según Catherine Ashton, jefa de la diplomacia de la UE.
El viernes, los rebeldes habían afirmado que fuerzas leales a Gadafi mataron a más de 150 prisioneros en Trípoli.
Poco antes, la organización de defensa de los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, había afirmado disponer de declaraciones de testigos presenciales de esas ejecuciones, sin precisar el número de presos muertos.
Amnistía también denunció torturas y malos tratos cometidos por rebeldes o gadafistas en Zauiya.
En lo que respecta a Gadafi, la canciller alemana Angela Merkel estimó que debería ser juzgado por la Corte Penal Internacional de La Haya.
Por último, el canciller francés, Alain Juppé reconoció que “durante mucho tiempo, nos hemos dejado intoxicar un poco por quienes decían que los regímenes autoritarios son la mejor protección contra el extremismo”.