Pakistán probablemente permitió que ingenieros militares chinos examinaran los restos de un supersecreto helicóptero silencioso de Estados Unidos que cayó durante el ataque en el que fue abatido Osama bin Laden, en mayo, informó este domingo el New York Times.

Los servicios de inteligencia estadounidenses sospechan que sus contrapartes paquistaníes invitaron a agentes chinos a que tomaran fotos detalladas de la cola del Black Hawk, equipado con tecnología secreta diseñada para eludir los radares, dijo el diario, que citó fuentes oficiales anónimas familiarizadas con este tema.

Los Navy Seals, el grupo de fuerzas especiales de la Armada estadounidense que llevó a cabo esa operación, intentaron destruir el aparato después de que se estrellara en las instalaciones en las que se encontraba el líder de la organización terrorista Al Qaida, en la ciudad paquistaní de Abbottabad, pero la sección de la cola quedó intacta, según la información periodística.

El rotativo neoyorquino precisó que los informantes afirmaron no tener pruebas definitivas de que los chinos hayan visitado el lugar del ataque y que Pakistán había negado esta hipótesis.

No obstante los servicios de inteligencia están “seguros” de que ingenieros chinos pudieron tomar fotos del helicóptero e incluso llevarse algunas muestras de sus restos a partir de la intercepción de conversaciones entre funcionarios paquistaníes, añadió el New York Times.

Las relaciones entres Estados Unidos y Pakistán se han tensado desde el operativo en el que murió Bin Laden, que fue descubierto en un escondite cercano a la principal academia militar paquistaní.